Una foto de archivo dl diputado de la CUP Carles Riera saludando a Quim Torra en el Parlament / EFE

Una foto de archivo dl diputado de la CUP Carles Riera saludando a Quim Torra en el Parlament / EFE

Política

La incoherencia de la CUP: de apoyar a Puigdemont y Torra a manifestarse contra sus recortes

El respaldo de la formación independentista a las movilizaciones sociales de esta semana es cuestionado en las redes por varias de sus decisiones en el Parlamento catalán

29 noviembre, 2018 12:50

"Nosotros votamos unos presupuestos antisociales para acelerar el proceso de construcción de un referéndum". La frase del diputado de la CUP Vidal Aragonès durante la pasada campaña electoral en Cataluña resuena estos días con fuerza en plena oleada de huelgas en el sector público catalán. Y es que la formación independentista no ha sido del todo ajena a los recortes contra los cuales se manifiestan ahora.

La implicación de los líderes del partido en las movilizaciones sociales de los últimos años, incluidas las actuales, contrasta con algunas de sus decisiones en el Parlament. Y no son pocos quienes se lo recuerdan a través de las redes sociales: desde el icónico abrazo de su exdiputado David Fernàndez tras la consulta del 9-N al entonces presidente Artur Mas --abanderado de los drásticos recortes sociales aplicados por la Generalitat entre  2010 y 2015--, hasta su 'sí' crítico a los presupuestos de 2017, condicionado a la celebración del referéndum independentista que finalmente se celebró de forma ilegal el 27 de octubre del año pasado. Según el propio Fernández, dichas cuentas "revertían, y no como era necesario, los recortes del ciclo anterior PP-CiU".

Decisivos en las dos últimas investiduras

Las contradicciones de la CUP han sido recurrentes, y siempre han tenido como telón de fondo la consecución de un objetivo para justificarlos: el referéndum y la independencia de Cataluña. Bajo esa condición, sus diez diputados apoyaron la investidura de Carles Puigdemont --candidato propuesto por Artur Mas para sustituirle, ante la negativa de los anticapitalistas a darle su apoyo en enero de 2016--. Y luego aceptaron la prórroga de los presupuestos de Convergència de 2015, dando cinco votos afirmativos y cuatro abstenciones a Junts Per Catalunya el 3 de febrero de 2016. Paradójicamente, en 2015 los habían rechazado. "Facilitamos la prórroga porque empezamos definitivamente aplicar el 9-N en toda su dimensión", adujo entonces su diputada Eulàlia Reguant. 

Más recientemente, la presencia de la CUP en el Parlament también ha sido decisiva para que los postconvergentes volvieran a tomar el mando de la Generalitat. La abstención de sus cuatro diputados actuales el pasado 14 de mayo sirvió para que el candidato designado a dedo por Puigdemont, Quim Torra, lograra la investidura.

Después de ese tácito apoyo, y de haber reclamado sin éxito en marzo la investidura de otro candidato de derechas como Puigdemont --huido en Bruselas desde la celebración del referéndum ilegal del 1-O--, ahora la CUP asegura que no participará en la negociación de los Presupuestos de la Generalitat del año que viene. Su diputado Aragonès lo justifica en el hecho de que "es gestionar migajas". Y expresa todo su apoyo a las movilizaciones sociales de esta semana en Cataluña, como la huelga de médicos, de universidades y de enseñanza: "Las peticiones del sector público no se solucionan con unos presupuestos, sino con un cambio estructural de modelo", aduce. Asimismo, atribuye los problemas existentes en la administración pública a los recortes del Govern en los últimos años. Una contradicción que los dirigentes cupaires pagan con no pocas críticas en las redes.