Cataluña es la autonomía española que menos recortes sociales ha revertido

Se agotó la excusa de tanto usarla. El proceso independentista, como maniobra de distracción de la involución de las políticas sociales, ya no funciona. Médicos, profesores, estudiantes y funcionarios han salido a la calle para exigir al Gobierno de Quim Torra que revierta los recortes aplicados durante la crisis por Artur Mas. Cataluña es la comunidad autónoma española que menos ha recuperado el gasto social previo al tijeretazo. Y eso se ha traducido en servicios colapsados, supresión de pagas extra, disminución de salarios y, lo que es más importante según los sectores movilizados, la pérdida de la calidad del servicio. Torra, que se limita a culpar al Estado de la situación, se muestra incapaz de poner freno a esas protestas y garantizar la aprobación de unos nuevos presupuestos expansivos.

Evolución del gasto catalán en política social según la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales

De “decepcionante” calificó ayer la presidenta del grupo parlamentario de Catalunya en Comú-Podem, Jessica Albiach, la reunión mantenida para negociar las cuentas catalanas con el vicepresidente Pere Aragonès, que a diferencia de Torra sí está dando la cara. PSC y Ciudadanos han pedido la comparecencia urgente del jefe de Ejecutivo en el Parlament para que dé explicaciones sobre el "deterioro de los servicios públicos" y de las condiciones laborales de los trabajadores. "Llevamos cuatro días de huelga y el presidente ni está ni se le espera. La situación es insostenible", aseguró la líder catalana de Cs, Inés Arrimadas. En la misma línea, la portavoz socialista, Eva Granados, "denunció que "hay un silencio escandaloso por parte de la Generalitat. El Govern ha desaparecido. Torra no está, y lo más grave es que parece que tampoco se le espera".

El deterioro de los servicios es consecuencia de aquellas políticas de austeridad. Según los datos Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales, la diferencia entre el gasto autonómico previo a los ajustes aplicados por la crisis y la situación actual asciende a 8.255,8M€. Es decir, que se ha pasado de los 116.851,7 millones de 2009 a los 108.595,9M€ de 2017. A pesar de la recuperación económica, la inversión de las comunidades autónomas en España es un 7,1% inferior a los momentos previos a la crisis.

En 2017, sólo cinco comunidades habían recuperado el gasto previo a los recortes provocados por la crisis (Baleares, Navarra, País Vasco, Cantabria, Asturias y Comunidad Valenciana), mientras que las autonomías que mantienen un mayor recorte en términos porcentuales en estos ocho años son Castilla-la Mancha (18,76% y Cataluña (19,96%). La Generalitat dedica un 55,4% de su presupuesto de 2017 a esas políticas, una de las cifras más bajas junto a Navarra (51,2%) y Baleares (53,8%). Asturias y Castilla y León, con un 68% y un 66,9%, respectivamente, son las que más invierten.

Se da la circunstancia de que el territorio catalán es el motor económico de España, con un PIB de 223.139 millones, el 19,2% del total estatal. Y es el que más crece en términos absolutos con 9.373M€, unos 900M€ más que Madrid, 3.600M€ más que Andalucía y 5.200M€ más que la Comunidad Valenciana, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes al año pasado.

Pese a ello, el Principado no ha logrado revertir los recortes en sanidad, educación y servicios que el Gobierno de Artur Mas aplicó en 2010, mientras que el pago de la deuda ha aumentado en más de 3.200M€.

Las gestiones de Aragonès

Recuperar las partidas que se destinaban a la crisis es la condición sine qua non que Catalunya en Comú-Podem pone para apoyar los presupuestos de la Generalitat de 2019, que el vicepresidente Pere Aragonès quiere presentar a mediados de enero. Este grupo parlamentario se ha convertido en el referente principal en las negociaciones del Govern. Tras la reunión mantenida ayer en la Consejería de Economía, no hubo una propuesta concreta, según los comunes.

Esta confluencia de izquierdas insiste en la necesidad de subir varios impuestos, algo que Aragonès no descarta, pues quiere ver primero el impacto que tendría esa nueva fiscalidad en los ingresos catalanes.

Unas cuentas expansivas son el requisito de Catalunya en Comú-Podem y la vía que, aseguran, puede acabar con esos recortes que han puesto en pie de guerra a los trabajadores públicos. Médicos, profesores, estudiantes y funcionarios han salido estos días a la calle para pedir mejoras laborales. Son precisamente los sectores sanitarios y educativos los más damnificados por los tijeretazos de Mas, cuyos sucesores al frente de la Generalitat no han sabido o no han querido revertir.

Sanidad y educación

Así, según la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales, el gasto sanitario de la autonomía en 2017 fue el 27,5% inferior al del año 2009, con 3.328 millones de euros menos. La partida supone el 28,6% del presupuesto total del Govern, mientras que Asturias, por ejemplo, dedica el 40,1%. Tampoco sale bien parada la autonomía catalana en educación, con 780,9 millones menos que en 2009, es decir, el 12% menos. La inversión en enseñanza es el 18,7% de su presupuesto. Asimismo, la evolución del gasto en servicios entre 2009 y 2017 ha supuesto un descenso del 1,19%, es decir, 25 millones.