Rai López, el confidente que quería fichar Josep Lluís Alay, abraza a Jami Matamala en Waterloo con una urna del 1-O a sus espaldas / TWITTER

Rai López, el confidente que quería fichar Josep Lluís Alay, abraza a Jami Matamala en Waterloo con una urna del 1-O a sus espaldas / TWITTER

Política

Alay jugaba al contraespionaje con un tuitero independentista

El escudero de Puigdemont planteó el fichaje de un confidente de la policía, un "patriota radical" que caminó 1.300 kilómetros hasta Waterloo con una urna del 1-O a cuestas, para que “intoxicara"

12 septiembre, 2021 00:00

Los mensajes de Josep Lluís Alay interceptados por la Guardia Civil no solo han desvelado el empeño de este hombre de confianza de Carles Puigdemont en lograr el apoyo de Rusia a la causa independentista, sino sus coqueteos con el espionaje. Alay, así lo demuestran sus conversaciones con el abogado Gonzalo Boye, en las que habla de fichar a un supuesto confidente de la Policía Nacional para que realizara trabajos de contraespionaje, consistentes en “intoxicar” a los cuerpos de seguridad del Estado.

El presunto se llama Rai López, un activista secesionista con 36.900 seguidores en Twitter que aparece a menudo en las conversaciones. López se movía en la órbita de Puigdemont y el empresario Josep Maria Jami Matamala, a los que visitó. El pasado mes de febrero fue denunciado y citado en el juzgado de Tortosa (Tarragona) como investigado por amenazas, coacciones y un posible delito de odio contra un hombre al que calificó de "nazi" y "fascista" en Twitter. En agosto de 2019, el activista visitó a Puigdemont en Waterloo tras recorrer caminando más de 1.300 kilómetros mientras recogía firmas a favor de la autodeterminación con una urna del referéndum del 1-O a sus espaldas,

"Cada mes recibe un sobre con pasta"

El jefe de la Oficina de Puigdemont mantiene una conversación con Boye el 24 de octubre de 2020 en la que le informa de que “me ha venido uno diciendo que algo policial le sondea para que les pase información nuestra. Cada mes recibe un sobre con pasta”. “Él dice que es patriota y que, si queremos intoxicar al otro lado, él pasará información falsa para probar. Dice que siempre le preguntan por movimientos del president y por tema internos de Junts. Tiene 33.000 seguidores, es muy popular”.

Alay confiesa que, en un principio, no le creía, pero “ahora creo que dice la verdad. Es de Tortosa. Indepe radical. Popular en Twitter”.

"Tengo ganas de meterles algo"

Cuando finalmente revela a Boye la identidad de activista, le pide discreción. “Información TOP SECRET” escribe Alay, quien añade que Rai López “tuvo problemas económicos y que así lo captaron”. El abogado se entusiasma: “Vamos a hacer contrainteligencia de la buena”, escribe, mientras que Alay afirma que “tengo ganas de meterles algo. Pero no podemos quemarle. Tiene que ser algo reversible”.

En las conversaciones entre Alay y Boye también aluden a la necesidad de organizar un sistema de inteligencia catalán, aunque Boye precisa que “las cosas tienen un orden lógico: primero seguridad, luego inteligencia. Para la seguridad, necesitamos generar unos 450.000 euros al año y sobre esa base construir la inteligencia. La inteligencia la deberías llevar tú (Alay), la seguridad un profesional liberado y pagado por hacerlo con otros 6/8 profesionales en igual situación”.