Sílvia Orriols, líder de Aliança Catalana, una explotación de la industria porcina y un cartel contra la peste porcina africana
La peste porcina africana impacta en el 'corredor del fuet', el corazón de Aliança Catalana
La industria se nutre de la mano de obra extranjera que redibuja la demografía en Vic, Manresa o Ripoll, municipios que impulsaron a la islamófoba Sílvia Orriols al Parlament
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La Generalitat, el Gobierno y la Unión Europea centran sus esfuerzos en contener el brote de peste porcina africana que amenaza desde hace una semana con hundir la industria cárnica catalana.
Un solo positivo en una granja obligaría a sacrificar todos los cerdos de la explotación en la que se cuele un virus que mantiene suspendidos unos 1.000 millones de euros anuales en exportaciones extracomunitarias.
El sector palpita al ritmo del conocido como corredor del fuet, conformado por las comarcas en las que se encuentran las principales explotaciones y mataderos de Cataluña, y que encuentra en la carretera C-17 su eje vertebrador, de Barcelona a Ripoll.
Un mapa que guarda correlación con los municipios que nutren a Aliança Catalana (AC) de votos y las aspiraciones de Sílvia Orriols de poner patas arriba la política catalana.
La demografía no engaña
¿Qué tienen en común ambas carpetas? La dependencia de la población extranjera.
La industria porcina se alimenta de mano de obra foránea para llevar a cabo una tarea de gran dureza como es el sacrificio, el procesamiento y la preparación de animales para el consumo humano. Osona debe a esta actividad el 52% de su PIB y la plantilla de muchas de sus instalaciones tienen mayoría extranjera, según fuentes sindicales.
En este sentido, la demografía no engaña: el 29,8% de los vecinos de Vic son inmigrantes, prácticamente uno de cada tres vecinos en la capital de la mencionada comarca.
Varios tractores cortan la carretera C-17 a 6 de febrero de 2024
Lo que sucede en la capital del porcino catalán tiene su réplica en otras ciudades y pueblos productores del producto catalán que triunfa de México a China.
Es el caso de Manlleu (25%, uno de cada cuatro), Manresa (el 20,6%, uno de cada cinco) o Ripoll, según datos del Institut d'Estadística de Catalunya (Idescat): la vila prepirenaica que sirve de trampolín para la alcaldesa ultra tiene un 15% de extranjeros.
La inmigración infla a Orriols
Es precisamente allí donde Orriols se hizo un hueco en la política catalana, con promesas tan censurables como el veto al empadronamiento de inmigrantes y, por consiguiente, su bloqueo en el acceso a la educación y la sanidad, a pesar de ser derechos constitucionales.
La cuestión migratoria ligada a la actividad económica redibuja la demografía de los pueblos y genera tensiones en la vida de sus vecinos. Como lo hiciera Vox en su momento, la ultra supo leerlo para desembarcar en el Parlament con dos diputadas --la batllessa, una de ellas-- e inflarse hasta la hipotética tercera fuerza catalana, según el último CEO.
La alcaldesa de Ripoll y diputada de Aliança Catalana (AC), Sílvia Orriols, en el Fossar de les Moreres, en Barcelona, en una ofrenda floral previa a la Diada. Europa Press Barcelona
Donde las urnas sonríen a AC
Si bien Aliança fue la formación más votada en Ripoll en las elecciones del 12 de mayo de 2024 con el 33%, también despuntó en Vic, Manresa y Manlleu, donde logró entre el 8,6% y el 10% de las papeletas emitidas.
De hecho, se situó como opción preferida por detrás de las tradicionales Junts, Esquerra y PSC en los municipios mencionados, que hoy ven cómo sus mataderos frenan o detienen la producción, e incluso suspenden temporalmente a sus empleados.