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El dueño de Dellaostia rompe el silencio y niega las acusaciones de discriminación lingüística

Leandro Rincón, el propietario del local, asegura que nunca han tenido ningún incidente y siempre intentan atender en todos los idiomas

Otras noticias: Los vecinos anticrimen se presentarán a las elecciones de Barcelona: “Recuperaremos la ciudad”

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El incidente que sucedió en la heladería Dellaostia ha causado mucho revuelo tanto en la política como entre los vecinos de Barcelona. La posible discriminación lingüística que sufrió una clienta tras pedir un sabor de helado y no ser entendida, ha desencadenado que tras un llamamiento en redes se vandalizara el martes el negocio acusado. El propietario del establecimiento, Leandro Rincón, se ha pronunciado sobre lo ocurrido en una entrevista con La Nación.

El dueño de la heladería aprovechó la ocasión para negar que hubiera ejercido ningún tipo de discriminación lingüística y explicó su versión de los hechos. Según explicó Rincón, el altercado se produjo el domingo. Una empleada del local, que había aterrizado en Barcelona hace pocos meses, no entendió el pedido de una clienta cuando le habló en catalán. La mujer le había pedido un helado de chocolate y fresas que en catalán se traduce a 'xocolata i maduixas' y no logró comprender la última parte.

Testimonio de la polémica

Ese fue el inicio de la polémica. Tras varios intentos fallidos intentando entenderse, Rincón acudió para resolver la situación. Trató de explicarle a la mujer que la empleada no hablaba el idioma y no le había podido comprender por esta razón. A esto la clienta le respondió: “Aquí hablamos catalán.

A esta afirmación el propietario de Dellaostia contestó que, aunque era cierto, en Cataluña había dos idiomas oficiales, el castellano y el catalán, e intentó explicar que era igual de lícito hablar cualquiera de los dos. En un último momento, añadió que "estamos en España". Entonces fue cuando la mujer lo insultó y lo trató despectivamente.

Rincón asegura que en su negocio no tienen ningún problema con el catalán y que cada día, en los tres años que llevan abiertos en Gràcia, atienden en el idioma que quieran hablar los clientes. Añadió que este ha sido el único incidente hasta la fecha. El negocio cumple con la Ley de Normalización Lingüística de Cataluña y tiene todos los carteles y menús en ambos idiomas.

Vandalización

Esta, sin embargo, no es la versión que se ha visto en redes, en las que se le acusaba de haber discriminado lingüísticamente a la clienta a través de una publicación en X del concejal Guillem Roma de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Roma aseguraba que el dueño de la heladería había acusado a la clienta de maleducada por hablar catalán, porque estaban en el "Reino de España".

El incidente ganó más notoriedad cuando Antonio Baños, exlíder de la CUP, señaló al negocio como enemigo hasta su cierre. El martes el local fue vandalizado con pintadas que lo tildaban de fascista y lo culpaban de gentrificar el barrio.