
Carles Puigdemont, en la Eurocámara
Un informe de la Eurocámara identifica otra decena de lenguas como el catalán que tampoco son oficiales en la UE
Se trata del aranés y el valenciano, el turco en Chipre, el luxemburgués en Luxemburgo, el faroés y el groenlandés en Dinamarca y el frisón y el papiamento en Países Bajos, además de otros posibles casos
Contenido relacionado: Puigdemont admite que su interés en hacer oficial el catalán en la UE es convertirlo en un "deber"
La Eurocámara ha identificado otros diez idiomas con un estatus similar al del catalán en varios de sus países miembros que tampoco son considerados oficiales en la Unión Europea, al no ser la lengua común de sus respectivos Estados.
Así lo refleja un informe Servicio de Estudios del Parlamento Europeo (EPRS), después de que el Gobierno español reclamara, sin éxito, el reconocimiento de la oficialidad del catalán, el vasco y el gallego por parte de las instituciones comunitarias.
11 lenguas más en la Europa de los 27
El estudio en cuestión identifica hasta once lenguas que, como ocurre en España con las tres antes citadas, son oficiales a nivel nacional o regional en sus respectivos países, pero no a escala europea. Se trata del aranés y el valenciano -también en nuestro país-, el turco en Chipre, el luxemburgués en Luxemburgo, el faroés y el groenlandés en Dinamarca, y el frisón y el papiamento, en Países Bajos.
Además de estos ocho idiomas, Croacia podría añadir otros tres más (el serbio, el romaní y el ruteno) si la minoría que las habla llegara a representar a una tercera parte de la población en sus respectivas regiones o localidades, un requisito indispensable para ser oficiales en dicho país.
Además de estos, existen otros casos de países donde idiomas diferentes al oficial se pueden utilizar ante la administración o en procesos judiciales, como el ruso en diversos municipios de Lituania, o el sami y el tornedaliano (una variedad del finés) en algunas partes de Suecia.
Régimen lingüístico
El informe del EPRS, al cual ha tenido acceso Efe, aporta de este modo su contribución al grupo de trabajo sobre Lenguas de los Ciudadanos y Servicios Lingüísticos de la Mesa de la Eurocámara, que desde hace meses estudia las consecuencias que tendría convertir el catalán, el vasco y el gallego en idiomas oficiales de la UE, tal como pretende el Gobierno español a instancias de sus socios parlamentarios secesionistas.
El EPRS recibió el encargo de identificar "qué otras lenguas no oficiales en la UE disfrutan de un papel prominente similar al del catalán, vasco y gallego en España", considerando la proporción de la población que lo habla, el reconocimiento constitucional u oficial de dicho idioma en el Estado miembro, y su estatus en los Parlamentos nacional o regional.
Dos procesos diferentes
El grupo de trabajo sobre idiomas incorporará esta información a su análisis sobre si esas tres lenguas cooficiales en España pueden entrar en el régimen lingüístico del Parlamento Europeo. Se trata de un proceso paralelo y de perfil menor al que se desarrolla en el Consejo de Asuntos Generales para tratar de convertir a estas tres lenguas en oficiales en toda la Unión Europea.
Así, mientras que la iniciativa de promoverlas como lenguas de uso en el Parlamento Europeo fue una de las exigencias de la llamada "mesa de diálogo" entre el Gobierno y la Generalitat (en aquel momento, gobernada en coalición por ERC en 2022), el intento de oficializarlas a nivel europeo va aún más allá, y forma parte del acuerdo entre el PSOE y Junts a cambio de que la socialista Francina Armengol fuese elegida presidenta del Congreso de los Diputados.
Dudas sobre el encaje legal y su alto coste
El martes pasado, los ministros de los 27 países miembros de la UE aplazaron la votación sobre esa petición de que el catalán, el vasco y el gallego sean considerados oficiales, debido a la falta de unanimidad y por las dudas legales, financieras y políticas que suscita.
Además de cuestiones como el encaje legal o el elevado coste -que el Gobierno de Pedro Sánchez se muestra dispuesto a pagar- que implicaría aprobar una medida así, los detractores de la iniciativa añaden que, elevar el estatus de esas tres lenguas, abriría la caja de Pandora para otros Estados miembros con idiomas en situaciones parecidas.
En este sentido, el informe del EPRS ha identificado ocho lenguas más en situación parecida a la del catalán. La próxima reunión del grupo de trabajo sobre lenguas de la Eurocámara será el 16 de julio, después de que la anterior, prevista para mediados de mayo, se suspendiera para -según una fuente diplomática- dar tiempo a que el Consejo de Asuntos Generales se pronunciase sobre la oficialidad de las lenguas a nivel europeo.