El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en el pleno monográfico de Rodalies este martes en el Parlament de Cataluña
Illa reconoce que Rodalies "no funciona" y promete una "mejora progresiva en las próximas semanas y meses"
El 'President' comparece en el Parlament a petición de los grupos de la oposición para dar explicaciones sobre el caos ferroviario de Cataluña
Más información: La Sindicatura de Greuges recibe 397 quejas por Rodalies en Cataluña este 2025 frente a las 160 en todo 2024
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Salvador Illa se enfrenta esta tarde a su primera gran crisis desde que hace ahora ocho meses llegó a la presidencia de la Generalitat. El socialista ha dado la cara por el caos ferroviario de Rodalies en un debate monográfico solicitado por ERC, Comuns y la CUP y que culminará este jueves con la votación de las propuestas de resolución de los grupos parlamentarios.
Una petición que "valora positivamente" porque "permite profundizar las explicaciones que el Govern ha dado de manera amplia y transparente" las últimas semanas.
En su intervención, Illa ha hablado del "principio de realidad". El presidente ha reconocido que el servicio "no está al nivel" de la exigencia que piden, "con razón", los usuarios. "No escondemos la cabeza bajo el ala y buscamos soluciones", ha señalado contundente.
Mejoras progresivas
Tras reconocer que Cataluña tiene un grave problema en su servicio ferroviario, el presidente del Ejecutivo catalán ha recordado que la solución "no será inmediata ni fácil".
Por esta razón, ha pedido confianza en unas medidas que llegarán progresivamente. "Se notará una mejora progresiva del servicio en las próximas semanas y meses", ha asegurado.
Tras reiterar sus "disculpas" a los usuarios de Rodalies, Illa ha explicado que la lista de mejoras es larga, con unas 200 actuaciones en marcha simultáneamente. Ha recordado que el horizonte del Plan de Rodalies se sitúa en 2030 y que "se está cumpliendo, con una inversión histórica para revertir épocas de desinversión anteriores".
También ha asegurado que otro frente es la falta de material rodante, por lo que ya está prevista la incorporación de 110 nuevos trenes que entrarán en funcionamiento a principios de 2026, fabricados por la empresa catalana Alstom.
Sin embargo, el presidente catalán ha compartido la misma visión que defendió hace unas semanas el ministro de Transportes, Oscar Puente. Si se quiere mantener el servicio, no se puede acumular más inversión, porque esto conllevaría más trabajos.
Nueva estrategia ferroviaria
El Govern también se propone mejorar la información a los usuarios ante las incidencias que aparezcan y ya está empezando a planificar la "estrategia ferroviaria de Cataluña para las próximas décadas".
Illa ha tendido la mano al resto de grupos parlamentarios para "colaborar" con soluciones "en términos constructivos" y sin "confrontar".
Puntos débiles de Rodalies
Tras la intervención del presidente Illa ha sido el turno de la consellera de Territorio, Sílvia Paneque, quien ha detallado los "diez puntos débiles" de Rodalies.
Esas debilidades son la falta de material móvil, la falta de talleres de mantenimiento, la insuficiente capacidad de los túneles de Barcelona, los tramos saturados, la falta de personal de conducción y personal en los talleres, la descoordinación en la información al cliente, el mal mantenimiento de ascensores y escaleras mecánicas, la afectación que tienen las obras en curso de Adif, los problemas en la señalización y el aumento del vandalismo.
La 'consellera' Sílvia Paneque en su intervención en el Parlament de Cataluña
El 24% fuera de servicio
Paneque ha reconocido que el 24% de los trenes de Rodalies inventariados "en estos momentos no está operativo", según ha estimado el Govern, conjuntamente con Renfe. "El número de trenes disponibles en este momento es absolutamente insuficiente y a su vez también tenemos muchos convoyes inmovilizados", ha afirmado.
La titular de Territorio ha asegurado que Rodalies "no ha sido una prioridad estratégica en Cataluña". Por esto, en estos ocho meses que llevan en el gobierno, el Govern ha iniciado los "cambios necesarios" para "convertir la movilidad pública en un factor estratégico, con las inversiones que correspondan".
