Sílvia Orriols, líder de Aliança Catalana, en el Parlament

Sílvia Orriols, líder de Aliança Catalana, en el Parlament Òscar Gil Coy / CG

Política

Estas eran las claves del frustrado plan para echar a Sílvia Orriols de la Alcaldía de Ripoll

El pacto, en el que se incluía la firma de Junts, se divide en dos grandes bloques: en el primero se pactaban los acuerdos del nuevo gobierno, y, en el segundo, el nuevo programa municipal

En relación: Euforia en Aliança Catalana: “Hemos doblegado a Junts”

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La moción de censura contra Sílvia Orriols en Ripoll ha acabado en nada. A pesar de que ya existía un pacto entre Junts, ERC, PSC, la CUP y Som-hi Ripoll, este martes la formación neoconvergente decidió in extremis apartarse de la moción, facilitando, así, que la líder de Aliança Catalana mantenga la alcaldía. La orden llegó desde Bruselas: Carles Puigdemont acabó con el pacto. 

Sin embargo, el documento firmado por todas las citadas formaciones políticas ya estaba escrito. Y es que antes del frenazo de Puigdemont, los principales grupos municipales de oposición ya se habían reunido para cerrar el acuerdo que iba a echar a la Orriols del ayuntamiento de Ripoll.

Los motivos de la moción

El informe, avanzado por La Ser Catalunya, arranca con la exposición de los motivos, donde se critica que el Ayuntamiento de Ripoll se encuentra en una situación de "bloqueo institucional y excepcionalidad democrática" provocada por la "incapacidad del actual equipo de gobierno".

Por ello, razonan, los principales grupos municipales de la oposición "han decidido impulsar un movimiento de censura para revertir este bloqueo y recuperar una gobernanza basada en el diálogo, el pacto y el consenso".

Se extrae literalmente que "su ideología radical y racista ha erosionado la convivencia en Ripoll" y que la estrategia de polarización de la alcaldesa "ha roto los puentes de diálogo necesarios para garantizar una gobernabilidad estable. 

Sílvia Orriols, en un mitin anterior

Sílvia Orriols, en un mitin anterior Cedida

Los acuerdos pactados

El pacto, consultado por Crónica Global, se divide en dos grandes bloques: en el primero se pactaban los acuerdos del nuevo gobierno, y, en el segundo, el nuevo programa municipal. 

De este modo, las formaciones que lo firman establecían que se iba a investir como nueva edil a la concejal de Junts, Maria Soldevila, y que se iba a constituir un nuevo gobierno municipal de coalición con Junts, ERC y el PSC.

La CUP y Som-hi Ripoll iban a permanecer en la oposición para realizar la función de fiscalizadores del gobierno. 

Sílvia Orriols alcaldesa de Ripoll

Sílvia Orriols alcaldesa de Ripoll LUIS MIGUEL AÑÓN Ripoll

Nuevo programa municipal

En la segunda parte del documento se explica el acuerdo de programa del nuevo gobierno municipal de Ripoll, que consta de 5 puntos: 

  • Políticas habitacionales y equipamientos municipales.
  • Cohesión social y dinamización comunitaria.
  • Desarrollo económico y presión presupuestaria.
  • Mantenimiento y mejora del espacio público.
  • Seguridad y convivencia.

En estos cinco apartados se detallan todos los puntos que, según las formaciones firmantes, se deben mejorar en el municipio. 

A modo de ejemplo, incluyeron: la rehabilitación y construcción de vivienda de protección oficial; la reforma y rehabilitación de una decena de equipamientos municipales; la mejora de los planes de inclusión social y laboral; incentivar la colaboración público-privada; o, trabajar para mejorar los planes de prevención y mediación. 

Turull se vuelve a justificar

Siguiendo con sus justificaciones, el secretario general de Junts, Jordi Turull, ha descartado este miércoles futuros pactos con Aliança Catalana porque es una formación que "azuza el odio".

Así lo ha manifestado en declaraciones a RAC1, después del anuncio de este martes, al apartarse de la moción en Ripoll porque, dicen, "es inviable"

Turull ha explicado que en Junts valoraron "todos los pros y los contras" y llegaron a la conclusión de que era peor llevar a cabo una moción de censura para dar paso a "un gobierno Frankenstein que, al cabo de dos meses, puede quedar bloqueado" por falta de cohesión.

Eso generaría, a su juicio, "más frustración" y podría provocar un "efecto bumerán" que favorecería a Aliança Catalana en las próximas elecciones municipales.