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Tres fichajes más 'a dedo' tensan la funeraria de Reus
El gerente incorpora a dos becarios despedidos por Áltima por mentir y a la pareja de un alto cargo
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Tres fichajes más a dedo han tensado aún más la situación interna en la funeraria de Reus, donde conviven un duro conflicto laboral con un proyecto para convertirla en un operador provincial. El gerente de la empresa municipal ha incorporado a dos becarios despedidos de Áltima por mentir en sus currículos, y a la pareja de un alto cargo.
Lo han detallado fuentes conocedoras de los movimientos, advirtiendo de que el controvertido director gerente de Serveis Funeraris Reus i Baix Camp, José Antonio Álvarez, ha dado cobijo a los dos trabajadores de la empresa y becarios de tanatopraxia que fueron despedidos de la competidora Áltima por falsear sus currículums.
Este medio ha preguntado al Ayuntamiento de Reus, sin recibir respuesta. Otras voces del sector han recordado que el dúo "son amigos de la pareja de Álvarez que, de hecho, era su profesora".
Compañera de otro alto cargo
Hay más novedades. Serveis Funeraris Reus ha fichado también a la compañera sentimental del coordinador de la empresa local.
De nuevo, la incorporación se ha producido sin proceso de selección previo. La trabajadora es ahora agente de ventas en la firma.
El gerente 'colocó' a su pareja
Las tres incorporaciones a dedo llegan después de que el propio gerente, Álvarez, colocara a su propia pareja en la sociedad pública.

Imagen de un coche funerario ante el operador municipal de Reus (Tarragona)
Lo avanzó este medio, precisando que la directiva había aterrizado en la mercantil sin proceso alguno de selección, provocando malestar interno.
Álvarez, contrato ampliado
En puridad, el director gerente del ente de final de vida también llegó sin concurrencia. El Ayuntamiento de Reus, que gobiernan en tripartito PSC, ERC y Ara Reus, le amplió el contrato anterior sin abrir la posibilidad a otros candidatos, y pese a que la oposición ha pedido su destitución.
Sobrevoló esa extensión de contrato el hecho de que el gobierno local pretendiese iniciar la actividad de su funeraria provincial a finales de 2024. No ha pasado.
Conflicto interno
El operador para el Camp de Tarragona, cuyo nombre es FuneCamp, ha gripado. Tenga que ver o no, ha estallado un virulento conflicto interno en la funeraria de Reus, su matriz.
Un tercio de la plantilla ha denunciado acoso laboral del gerente. Ha obligado a intervenir a Recursos Humanos del ayuntamiento y se ha interpuesto una denuncia ante la Inspección de Trabajo.
Recursos
Extra muros, FuneCamp tampoco convence. Hasta cuatro empresas del sector han interpuesto recursos contenciosos contra el proyecto. Alegan que estará en pérdidas desde el año uno.
Y que solo se sostendrá con los recursos municipales de los cuatro ayuntamientos participantes: Reus, Salou, Vila-seca y Constantí.
Dictamen de KPMG
En defensa de sus argumentos, cabe destacar que la consultora KPMG elaboró un dictamen con la previsión financiera del nuevo operador. Sus conclusiones son inquietantes.
El examen ex ante aflora que FuneCamp tendrá un flujo de caja negativo desde el primer año, y que totalizará cerca de 700.000 euros en rojo. El cálculo de pérdidas se mueve en una horquilla de 154.000 a 175.500 euros cada año.
Ello es así porque Reus ha orillado el cálculo del mantenimiento e inversión en su cementerio, que lastraría todo el proyecto, haciéndolo inviable.