Jorid Arilla y una moto de Gas Gas, marca que dirigió en sus horas bajas

Jorid Arilla y una moto de Gas Gas, marca que dirigió en sus horas bajas FOTOMONTAJE CG

Política

Junts da un contrato de 20 años al directivo que desplomó la histórica Gas Gas

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Junts ha dado una concesión a 20 años al directivo que lideró la marca catalana de motos Gas Gas hasta su casi desaparición y venta a la multinacional austríaca KTM.

El Consell Comarcal de l'Anoia, que controlan los neoconvergentes, ha entregado la escuela de pilotos de moto de Cataluña a Jordi Arilla, directivo que guio la icónica marca de trial hasta su colocación límite a KTM. 

Alertan de ellos fuentes del sector, que lamentan que el Consell, con los nacionalistas al frente, haya cedido la explotación del Campus Motor Anoia, que quiere ser la escuela de pilotos de moto de Cataluña, a una nueva empresa creada por Arilla.

El Campus se inauguró en 2013 tras unas obras de 3,5 millones de euros, parte de los cuales fueron dinero comunitario procedente del Fondo Social Europeo. Jamás ha funcionado, y ahora se entrega a Arilla. 

"Languidece"

Desde el sector del motor alertan de que la empresa de Arilla ya ha sido la encargada de gestionar el Parc Motor desde 2018, y "no ha conseguido levantarlo en seis años".

Ahora, el Consell Comarcal "le entrega la concesión de la escuela de pilotos de motos sin rival", pues solo se presentó su empresa a la licitación. 

Asimismo, directivos de la industria alertan de que el complejo "es un pozo de fondos públicos sin fin, yace semivacío y sin casi uso".

La concesión al exmánager de Gas Gas "difícilmente cambiará nada si no hay proyecto" y no se paga a los proveedores. 

Concesión a 20 años

¿Qué se ha entregado? La concesión del Campus Motor Anoia, un edificio de 3.000 metros cuadrados y diversas alturas, de diseño, que se estrenó en 2013 para convertirse en escuela de pilotos de motociclismo en el corazón de Cataluña.

Con la ayuda del vecino Parc Motor, las dos piezas buscaban convertir la comarca de la Anoia --en declive económico-- en un polo de la automoción de competición. 

Imagen del Campus Motor Anoia de Castellolí

Imagen del Campus Motor Anoia de Castellolí Cedida

El proyecto no ha despegado. Ahora, el Consell Comarcal ha entregado la explotación del instituto de pilotos a los mismos gestores que los del trazado, que llevan años intentando reflotarlo. 

Silencio

¿Qué dicen los implicados? A preguntas de este medio, una portavoz de la Administración supralocal se ha limitado a confirmar que se ha concesionado "el uso y explotación" del Campus Motor.

La misma representante ha recordado que la concesión es a 20 años, y que se ha firmado a Gestió Parc Motor, la empresa de Arilla. A su vez, el polémico directivo no ha contestado a las preguntas de este medio. 

El hombre que hundió Gas Gas

Antes, Jordi Arilla transitó con suerte dispar por el sector empresarial. Participó en diversas sociedades del sector del motor y logístico hasta Ars Management, la empresa de representación en la que es socio con el expiloto Joan Nani Roma desde 2015. 

En 2019 alcanzó la cúspide de su carrera al ser nombrado director general de la histórica Gas Gas, fabricante de motos de trial creada en 1985 como spin off de Bultaco. Antes, la marca pasó por un concurso de acreedores y fue comprada por la aragonesa Torrot. Huyó de Cataluña con el procés independentista en 2017. 

Con Arilla como CEO, Gas Gas acabó pactando un ERTE y vendida a KTM, multinacional austriaca. Tras ello, el directivo migró a Castellolí para dirigir el polo del motor que jamás ha funcionado. 

La fundación, liquidada

Seis años después, Arilla se queda no solo con el circuito, sino también con la polémica escuela de pilotos. El movimiento llega después de que el motor catalán liquidara la fundación que intentó explotar el circuito de motor desde lo público cuando se abrió el trazado en 2009.

Lo construyó la Generalitat de Cataluña para, en teoría, ser un acicate económico para la comarca del Anoia, muy castigada por la desindustrialización. 

Se intentó gestionar por medio de una entidad sin ánimo de lucro, pero el resultado fue calamitoso. La fundación acumuló una deuda impagable de cinco millones de euros hasta que entregó el contrato a la empresa de Arilla en 2018. 

Hace pocas semanas, la asociación se disolvió silenciosamente y se integró en la Federación Catalana de Motociclismo (FCM), que se ha quedado las obligaciones de difícil cobro, explicó este medio. La FCM no quiso comentar cómo pagará a los acreedores atrapados. 

Socios

En paralelo, el sector privado ha tomado las riendas del circuito. Al nuevo intento iniciado en 2018 se le llamó nueva etapa [ver noticia oficial aquí]. El Govern de Quim Torra, con Gerard Figueras -ahora como dos de DIR y presidente de Junts en el Garraf-- en la Secretaría General de l'Esport, concesionó el circuito a una alianza empresarial liderada por Octagon Esedos, productora deportiva de Francesc Xavier Bartrolí. 

Fue esta firma --accionista mayoritario-- quien atrajo a Jordi Arilla, socio de Nani Roma en Ars Management. Ahora, este se expande su dominio en la zona con la escuela de pilotos colindante.