David Expósito J. Ignasi Jorro

Oriol Junqueras ha salido finalmente al ataque hoy después de que el sector negocios de ERC, acompañado de viejas figuras del establishment republicano --él, sin citarlos, los ha llamado "barones"-- le exigieran en público que se marchara esta semana. De este modo, el candidato a presidente del partido ha remachado un fin de semana en el que su aspirante a secretaria general, Elisenda Alamany, denunciara a las listas rivales por "enviar a gente a las tertulias". 

El contraataque de Militància Decidim, la lista de Junqueras, no es casual. Fuentes del partido detallan que las últimas acusaciones públicas contra su líder no son casualidad. Han sido críticas duras, casi personales, que ponen en duda la valentía del exvicepresidente del Govern en el momento álgido del procés. Xavier Vendrell situó al presidenciable de Esquerra Republicana (ERC) escondido en Montserrat el 27 de octubre de 2017, mientras el entonces president Carles Puigdemont debatía con sus consellers una posible Declaración Unilateral de Independencia (DUI).

Ofensiva 'rovirista'

Muestra de lo cruento de las declaraciones del exmandatario republicano es la respuesta que ha motivado. Militància Decidim ha comunicado que denunciará ante la comisión de garantías de la formación dichas "calumnias" y "falsas acusaciones".

Detrás de todo ello, insisten estas fuentes, existe una ofensiva rovirista en plena carrera por el control del partido, desnortado hasta el Congreso Nacional del próximo 30 de noviembre, hacia el que Junqueras parece partir con ventaja. Esa ofensiva jugada con proxies como Vendrell, Soler o el exconseller Joan Manuel Tresserras, actúa "inequívocamente por órdenes de Marta Rovira". 

Cruento ataque

Vendrell, además de compartir sector con la secretaria general en funciones, Marta Rovira (impulsora de la candidatura Nova Esquerra Nacional encabezada por Xavier Godàs), representa el sector business republicano, no sin polémica. El también cerebro de Tsunami Democràtic --por el que fue investigado-- ha levantado acusaciones de fraude con sus negocios inmobiliarios en Colombia, tal y como avanzó este medio.

El empresario independentista Xavier Vendrell, 'cerebro' de Tsunami Democràtic, en Barcelona Cedida / Agencias

El exconseller y hombre de confianza del presidente colombiano Gustavo Petro ha acusado esta semana a Junqueras de esconderse "en momentos delicados". No solo en 2017, sino también cuando se debatía el apoyo a la investidura de Salvador Illa. "Este señor no puede dirigir ERC", ha dicho en Catalunya Ràdio, afeándole que supuestamente pidiera al socialista que mantenga los cargos de ERC en el sottogoverno.

La misma emisora reveló este viernes que precisamente Rovira alertó a la dirección de movimientos de Junqueras con tal objetivo. No obstante, esta habría frenado un posible expediente para evitar sumir al partido en una crisis aún más profunda.

Boya y Soler completan la ofensiva 'rovirista'

Ataques a la yugular a los que se han sumado otros dos perfiles republicanos. La excupaire Mireia Boya, directora general de Calidad Ambiental y Cambio Climático de la Generalitat con ERC, recurrió a las redes sociales para "ratificar absolutamente" las afirmaciones de Vendrell relativas al procés. "No todo el mundo estuvo a la altura del momento. No todo el mundo quería un referéndum. Es imprescindible para el país, para la gente, tener líderes nuevos para poder continuar".

Algo aprovechado por el también businessman republicano Oriol Soler para alimentar la guerra. Lo hizo con un escueto "+1" en la plataforma X, siendo esta una expresión que apoya lo manifestado. Como muestra de su peso empresarial, el director general de Abacus mantiene una fuerte alianza con Jaume Roures. Copó un tercio de los pagos del Govern de ERC para material escolar.

Cúpula heredada de Puigcercós

Precisamente, la cúpula de Rovira, Vendrell y Soler, que pivotó la transición de la era Puigcercós, auparon antaño a Junqueras en su estrategia por ampliar la base nacionalista. El exalcalde de Sant Vicenç dels Horts representaba una suerte de "nacionalismo light" y práctico que permitía al partido atraer a clases medias no independentistas y reponerse tras los gobiernos tripartitos de los años 2000. Pero la relación entre el hasta ahora presidente y la secretaria general nunca cuajó, y se deterioró con los años.

Fuentes conocedoras aseveran a este medio que la convocatoria de elecciones anticipadas tras el no de los Comuns a los Presupuestos de la Generalitat de Pere Aragonès fue la gota que colmó el vaso. Con Rovira en la cocina, se le "escondió" la decisión y ERC llamó a las urnas sin informarle, precisamente, para que no se pudiera presentar como cabeza de lista, al no haber entrado en vigor aún la amnistía, apuntan.

Junqueras es 'antiestablishment'

Esta es la "espina clavada" de Junqueras, la de no haber aspirado aún a la presidencia de la Generalitat en unos comicios como número uno. ¿Su respuesta? Abandonar el máximo cargo de los republicanos y hacer su propia campaña, confiando en su popularidad entre la militancia y en Barcelona y su área metropolitana, frente a una influencia más comarcal de Rovira. 

Por el momento, el del Baix Llobregat lleva ventaja frente a la de Vic, con ejercicios de músculo como el de Olesa de Montserrat.

El expresidente de ERC, Oriol Junqueras, a su llegada a la presentación de la candidatura 'Militancia Decidim', en el Teatre La Passió, a 21 de septiembre de 2024, en Olesa de Montserrat, Barcelona Alberto Paredes / Europa Pres

Puede parecer una paradoja que sea Junqueras quien afirme que es necesaria la renovación de un partido intoxicado. Ha formado parte del mismo durante los últimos 11 años. "Él es el cambio en profundidad, paradójicamente representa el antiestablishment, frente a la cúpula emanada de la transición de Joan Puigcercós", apuntan las mismas fuentes.

Puigcercós, de hecho, ha sido el último en reprocharle de forma pública que no se retire de la carrera para facilitar una "transición tranquila", pidiendo, precisamente, el apoyo para Nova Esquerra Nacional.

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