Barcelona ha desterrado al mayor barco de la Armada a una terminal alejada a cuatro kilómetros del centro. La Autoridad Portuaria (APB), que aún preside Lluís Salvadó, de ERC, ha vetado que la nave LHD Juan Carlos I, que atracó ayer en la Ciudad Condal por primera vez en la historia, esté más accesible para los ciudadanos. Diversas fuentes lo atribuyen a una decisión "política" de este alto cargo independentista, aún pendiente de ser juzgado por malversación, prevaricación y desobediencia en la preparación del referéndum del 1-O.
Ocurrió pocos días antes de que el portaaeronaves Juan Carlos I llegara a la urbe y terminara atracado en la terminal D del muelle adosado, donde toman tierra los cruceros. Es inaccesible a pie y con vehículo particular: hay que acudir en el bus interno del Puerto autónomo.
Pero estimado el elevado interés de los barceloneses por visitar la nave capitana, la Inspección General del Ejército ha tenido que fletar buses-lanzadera especiales que saldrán del Muelle Barcelona, frente al hotel Eurostars Grand Marina.
"Decisión política"
Diversas fuentes conocedoras de los movimientos indican que la decisión de ubicar el Juan Carlos I en el muelle adosado la tomó directamente la autoridad portuaria. Al frente de la misma figura aún Salvadó, aunque él mismo ya ha anunciado que se marchará cuando concluya la Copa América de vela. Hará lo mismo que otros altos cargos de ERC que no fueron cesados tras la constitución del Govern de Salvador Illa.
Se espera que, entonces, el nuevo Govern nombre a una persona políticamente más neutra para este empleo. Por el momento, esta decisión del alto cargo se estima como "política", han alertado fuentes conocedoras de las negociaciones.
Tira y afloja
Es así porque el permiso de atraque del Juan Carlos I se comunicó hace tiempo. Inicialmente, la APB avanzó que sí se avendría a que la nave fondeara en, por ejemplo, el Moll Est, donde recaló el Juan Sebastián Elcano a mediados de diciembre.
Cabe recordar que el muelle 18A, el más cercano a la ciudad, está ocupado por la infraestructura de la Copa América de Vela. La embarcación no cabría allí. Pero en la parte sur, la dársena 18C o Moll de l'Est, sí.
En algún momento, el Puerto cambió de opinión y envió el portaaeronaves a la terminal adosada, a más de cuatro kilómetros del centro y no accesible en transporte privado, para el público convencional, en bicicleta o a pie. Sólo se llega con buses lanzadera.
Castigo como los cruceros
De hecho, el Muelle Adosado es el enclave del Puerto donde se ha castigado a los cruceros por su impacto en la polución. Los buques de recreo se destinaron a este muelle artificial lejano a la ciudad con arreglo a un pacto firmado entre la APB y el gobierno municipal de la exalcaldesa Ada Colau en 2018.
Colau, al frente de un gobierno muy hostil con los cruceros, pactó enviarlos a todos lejos del centro de la ciudad y limitar su crecimiento.
Lo visitarán el Rey e Illa
Ahora, el equipo de Salvadó hace lo propio con el Juan Carlos I, que visita Barcelona por primera vez con ocasión de la Fiesta Nacional de hoy, 12 de octubre. El barco queda arrinconado al Muelle Adosado. Y eso que mañana domingo lo visitarán al más alto nivel el rey Felipe VI y el president Salvador Illa, un acto que se enmarca en la normalización política en Cataluña.
Y eso que otro buque de la marina de guerra, el Juan Sebastián Elcano, se dio un auténtico baño de masas en Barcelona en septiembre. La nave-escuela atrajo a unos 10.000 visitantes durante su escala, programada como un acto cultural paralelo a la Copa América.
Las entradas para ver el bergantín-goleta se agotaron a las pocas horas. Se calculaba que el Juan Carlos I iba a concitar un interés mayor, puesto que acude a Barcelona completo con los aparatos aéreos de combate, como cazas y helicópteros estacionados a bordo.
Illa acude a la apertura del año judicial y al 12-O
En cualquier caso, la exclusión del navío construido en los astilleros Navantia será anecdótica. El president Illa ya ha anunciado que regresará al Desfile de las Fuerzas Armadas que se celebra hoy en Madrid. Es la primera vez en una década que un jefe del Ejecutivo catalán lo hace. Durante el procés, ninguno de sus antecesores en el cargo lo hizo.
Antes, ayer, el presidente catalán ya acudió a la apertura del curso judicial en Barcelona, algo que sus antecesores independentistas habían evitado. El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Jesús María Barrientos, se lo agradeció.
Concierto
Ayer, las Fuerzas Armadas ya arrancaron los fastos de la Fiesta Nacional en Barcelona con la tradicional iluminación de la fachada de la Inspección General del Ejército con la bandera en el paseo de Colón. Además, se celebró el concierto España y sus símbolos, donde la unidad de música de la IGE interpretó piezas clásicas y castrenses como Capricho Español o Ganando Barlovento, o canciones más modernas, como una selección de temas de la cantante Adele.
Acudieron representantes de la sociedad civil y empresarial, amén de políticos de PP y Vox, y ciudadanos de a pie, que llenaron el claustro del Palacio de Capitanía. El acto incluyó el solemne arriado de la bandera seguida de la marcha militar Toque de oración.