El conseller de Justicia y Calidad Democrática de la Generalitat, Ramon Espadaler, niega que el modelo penitenciario catalán esté "en crisis", aunque asume que "hay que mejorarlo y actualizarlo en función de una población reclusa, que varía día a día". Asimismo, sostiene que se necesitan más recursos para combatir la multirreincidencia.

Estas han sido dos de sus reflexiones en el II Foro BCN Desperta!, organizado por Crónica Global, Metrópoli y El Español en el Palau Macaya de Barcelona, y donde ha avanzado que otra de las prioridades de la legislatura pasa por "territorializar los centros de atención a las víctimas de violencia machista", ahora concentradas en Barcelona y área metropolitana, donde hay más población: "Una víctima no puede salir penalizada por su ubicación geográfica".

Diagnóstico y calendario

En el ámbito de la multirreincidencia, se muestra preocupado por la sensación de que Barcelona es insegura, así como que muchas personas consideren que la solución pasa por endurecer las leyes. En su opinión, son varios los parámetros que influyen, y que no pasan solo por la reforma del Código Penal, sino por dotar de recursos a la Justicia y modernizarla: "Hemos creado un grupo de trabajo de tres meses para que diagnostique, que estamos cerca, y calendarice las soluciones y nos pongamos manos a la obra".

En esta línea, ha precisado que la disminución de los delitos en un 56%, tal y como ha avanzado la consellera de Interior, Núria Parlon, en el mismo foro, supone también una disminución de la presión sobre los órganos judiciales en la misma proporción. Es un trabajo "multifactorial".

Conversación con: Ramón Espadaler, Consejero de Justicia y Calidad Democrática del Govern de Cat.

"El modelo no está en crisis"

Preguntado por la situación de las cárceles catalanas, que en los últimos meses han centrado buena parte de la atención informativa por la violencia creciente en estos centros, ha reconocido que, cuando llegó este Govern, hace algo más de un mes, la situación era "tensa" por el asesinato de la cocinera Núria en Mas d'Enric a manos de un reo, pero fue algo "puntual".

"Lo que hemos hecho es renovar todo el equipo que gestiona el ámbito penitenciario", y dar un impulso "a la calidad de vida y la convivencia en los centros penitenciarios". "El modelo no está en crisis, hay que mejorarlo y actualizarlo en función de una población que varía día a día", ha dicho, sin olvidar que hay que "incrementar la seguridad de los funcionarios que trabajan en prisiones". De hecho, una de sus primeras medidas ha sido quitar de las cocinas a los reos con delitos de sangre.

Memoria democrática

Para terminar, ha defendido que las cárceles catalanas funcionan, aunque hay algunos déficits, como el centro de Ponent, en Lleida, que hay que mejorar.

Asimismo, ha explicado que una de sus primeras medidas en materia de memoria democrática será "retomar el trámite de la ley de memoria democrática". "Y, a medio plazo, tener un organismo que articule la memoria en el Segre y el Pirineo", para que trabaje igual que lo hacen los centros de referencia del Ebro y el Empordà.

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