Aurora Madaula, vicepresidenta de Junts y exdiputada del Parlament, afirma que las vinculaciones que se le han realizado con el caso de Eduard Pujol son un intento de “perjudicarla” de cara al próximo congreso del partido. Recientemente, una de las dos mujeres que denunciaron al actual senador admitió que no la acosó y señala a la propia Madaula como la persona que la convenció para llevar a cabo la denuncia. 



Noemí Llorens, regidora de Junts en Pineda de Mar, aseguró en un escrito presentado en el juzgado que mantuvo una relación afectiva con Pujol, pero que no le acosó y admitió haberse sentido "manipulada". En un intento de lavarse las manos, Aurora Madaula defiende que “la decisión de suspensión de militancia del entonces diputado se realizó después de estudiar y ponderar las informaciones y evidencias que se pusieron a su disposición, decisión que se tomó de forma colegiada por parte de la Secretaría General y la dirección del partido".

Concretamente, Llorens mantiene que mantuvo una relación afectiva con Pujol y que determinadas personas del partido se aprovecharon intencionadamente de su "experiencia personal con Eduard Pujol" para suspenderlo fulminantemente de militancia y hacerle daño con finalidades políticas. Según El País, en algunos sectores de  Junts existía la voluntad de perjudicar a Pujol por "ser una figura que molestaba porque tenía una proyección pública que otros, como Aurora Madaula, anhelaban".

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