Un día después de la huida del prófugo Carles Puigdemont en las narices de los Mossos d'Esquadra, el conseller de Interior en funciones, Joan Ignasi Elena, ha excusado al cuerpo, pues nadie "preveía un comportamiento tan impropio de quien fue el máximo dirigente de Cataluña", dado que esperaban que cumpliera su palabra y tratase de acceder al Parlament.
Arropado por toda la cúpula policial, Elena ha atacado a Puigdemont, a quien ha acusado de engañar a la ciudadanía y de querer dinamitar la investidura. Asimismo, ha asegurado que "el operativo de Mossos" estaba bien trazado para los tres escenarios que se plantearon: el regreso del expresident, sobre quien pesa una orden de detención; el pleno de investidura de Salvador Illa, y las movilizaciones en las calles.
Ferrer: "No se ha aplicado la amnistía"
A continuación, ha intervenido el aún director general de Mossos, Pere Ferrer, quien, en un discurso vacío en el que ha felicitado a la policía por el trabajo hecho, ha manifestado que "la orden de detención está vigente porque no se ha aplicado la ley de amnistía". No obstante, ha asegurado que "se iba a cumplir con la orden de detención" porque quieren ser "un cuerpo grande" y ejercen de policía judicial.
En paralelo, la cúpula policial confirma la apertura de una investigación para perseguir "sin descanso" a los colaboradores (agentes, políticos y terceros) que ayudaron a Puigdemont a huir de Barcelona a la hora y en el lugar en el que el prófugo los había citado.
"Se puso un sombrero"
Para terminar, ha salido a dar explicaciones el aún comisario jefe de Mossos d'Esquadra, Eduard Sallent, quien ha justificado el operativo y la pérdida del prófugo porque la masa de manifestantes y políticos que encapsularon al expresident, y la rapidez con la que ocurrió todo, impidieron el arresto, en sus palabras.
En concreto, ha señalado directamente al secretario general de Junts, Jordi Turull, que será citado por los investigadores para que dé las explicaciones que considere oportunas, pero también ha recordado que muchos de quienes hicieron de escudo humano son "personas que ostentan cargos públicos y electorales que tienen una respoonsabilidad con las instituciones de este país". Estos, además, ayer "rechazaron" el servicio de escolta.
Además, ha desvelado que Puigdemont, en mitad del caos, se puso "un sombrero" en una carpa cercana para pasar desapercibido y escapar en un vehículo blanco de la marca Honda, como ha explicado Crónica Global. Y ha reiterado que Arc de Triomf no era el mejor lugar para proceder a la detención por las circunstancias del escenario y por el resto de los objetivos del dispositivo.
Dos agentes detenidos
En relación con los dos mossos detenidos por colaborar en la nueva huida de Puigdemont, ha lamentado que "su actitud no solo ha comprometido al cuerpo, sino que ha comprometido el trabajo de sus compañeros". "No merecen vestir nuestro uniforme", ha añadido, antes de recordar que "no todo vale, no vale pasar por encima del cuerpo". En todo caso, ha negado pacto alguno con el prófugo.
Asimismo, Sallent ha asumido su parte de responsabilidad y se ha disculpado por las molestias ocasionadas a la ciudadanía por la activación de la Operación Jaula, que se activó en cuanto se perdió de vista a Puigdemont y derivó en controles rigurosos en las carreteras y autopistas hasta las 13.30. "Creemos que garantizamos el orden público y el orden institucional, dos de los tres objetivos", ha concluido antes de dar paso al turno de preguntas.
Sin pruebas de que Puigdemont haya salido de España
Preguntado por si alguien va a dimitir por el bochorno del jueves, Sallent ha dicho que los mossos son funcionarios, "no dimiten" y, en su caso, un cargo de confianza del Govern, su cargo depende del conseller de Interior, que es el encargado de nombrarlo y cesarlo.
Por otra parte, ha dicho que no tiene pruebas de que Puigdemont haya salido de España, y que no se fía de las palabras de su abogado, Gonzalo Boye, "parte interesada", que le ayudó a escapar y que ha confirmado que el prófugo está camino de Waterloo. Por lo tanto, hasta que no se demuestre lo contrario, los Mossos creen que el expresidente puede seguir en Barcelona. No descartan nada.