Carles Puigdemont pasó dos días en Barcelona, escondido hasta reaparecer ante el público independentista el jueves y huir de nuevo de España. Su mano derecha en Junts, Jordi Turull, ha explicado que el expresidente de la Generalitat cenó en la capital catalana el martes, 48 horas antes de cruzar la frontera española de vuelta a Bruselas anoche.
De esta forma, el disparate cobra unas dimensiones colosales: no sólo falló el dispositivo de detención de los Mossos d'Esquadra, encargados de cumplir con la orden de arresto que mantiene sobre él el Tribunal Supremo. Sino que los servicios de inteligencia del país siquiera fueron capaces de localizarlo, a pesar de llevar desde el 6 de agosto en territorio nacional.
Puigdemont no se esperaba "un dispositivo no visto por un terrorista"
En declaraciones a RAC1 a primera hora de este viernes, el secretario general de Junts ha desgranado el plan que tenía Puigdemont y cómo desistió de asistir a la sesión de investidura de Salvador Illa, nuevo president de la Generalitat.
Turull ha explicado que el líder del procés pretendía acceder al Parlament y escapar al término del pleno, pero que cambió de planes al ver el operativo de la policía autonómica por su arresto. "No esperábamos un dispositivo policial como ese, que no hemos visto nunca en Cataluña por un terrorista, ni por un asesino, ni por un narcotraficante. No tiene ninguna proporción ni lógica", ha dicho.
Orden de detención "ilegal"
El dirigente neoconvergente ha detallado también que confiaban en que el juez instructor Pablo Llarena cediera ante el órdago y suspendiera la orden de detención. "La Ley de Amnistía dicta que las medidas cautelares deben levantarse hasta que no se resuelvan las cuestiones prejudiciales", ha justificado Turull.
Por tanto, Puigdemont pretendía volver "en condición de beneficiario" de la norma, impulsada por el Gobierno del PSOE y aprobada por el Congreso de los Diputados, en vigor desde junio.
Al preguntársele por la decisión de huir tras su discurso, Turull ha explicado que Puigdemont la tomó como respuesta a un operativo policial que "cada vez era mucho más agresivo", así como por "respeto" al cuerpo de Mossos d'Esquadra, para evitar la imagen con su detención.
El 'conseller' Elena atiza a Puigdemont
En una rueda de prensa convocada para dar explicaciones sobre la actuación policial, el conseller de Interior en funciones, Joan Ignasi Elena, ha cargado duramente contra Puigdemont, al que ha acusado de "comportamiento impropio" a pesar de haber sido "el máximo dirigente de Cataluña".
También le ha afeado que engañara a la ciudadanía y quisiera dinamitar la investidura.
Sobre las acusaciones de Turull, el comisario jefe Eduard Sallent ha defendido en rueda de prensa instantes después que el operativo sí fue proporcionado. También ha reconocido que éste se montó con previsión de que el expresidente se dirigiera al Parlament, "algo que no se produjo", cosa que despistó a los agentes.
Turull ayudó a Puigdemont
Respecto a una posible citación para declarar por su supuesta implicación en la huida de Puigdemont, Turull ha negado haber recibido ningún requerimiento, si bien ha afirmado que en caso de ser citado, iría a declarar.
"Yo no tengo ninguna citación, no tengo nada. Pero si a mí me dicen, 'escucha, ven aquí a explicarnos', pues iré y contaré lo que pueda contar", ha dicho el secretario general juntaire. Cabe recordar que el dirigente independentista fue indultado bajo la condición de no volver a incurrir en delito.
Turull --en paradero desconocido desde que se esfumara con el expresidente ayer-- también ha aclarado que ha pasado la noche al sur de Francia, donde veranea con su familia. Y que se ha despedido esta mañana de Puigdemont, quien ha puesto rumbo hacia Waterloo.