Carles Puigdemont ha cruzado la frontera española, de vuelta al extranjero. El expresident de la Generalitat ha huido del país (por segunda vez) tras aparecer en el centro de Barcelona este 8 de agosto, pronunciar un breve mitin y esfumarse, escapando de los Mossos d'Esquadra.
24 horas después, el abogado del líder independentista, Gonzalo Boye, ha confirmado en declaraciones a la emisora RAC1 que está "fuera" de España y que ayer abandonó el "Estado español". El letrado del doblemente fugado no ha dado más pistas sobre su paradero, tan solo que "en los próximos días, se dirigirá a los ciudadanos".
¿De vuelta a Bruselas?
Boye asiste al prófugo desde hace años. Anoche, a los micrófonos de la cadena pública TV3, explicó que el expresident "se ha vuelto a casa", jugando con la ambigüedad de las palabras para no esclarecer si se trata de su residencia en Bruselas (donde reside desde hace siete años) o Girona (donde nació).
Hoy, no obstante, ya sabemos que Puigdemont no se encuentra en territorio español y que muy probablemente esté de camino (o se encuentre ya) en Bruselas, aunque éste es un extremo aún sin confirmar.
Así las cosas, el abogado ha insistido en la tónica independentista al negar que el expresident esté fugado porque "siempre ha estado a disposición de la justicia en mayúsculas", en referencia a las instituciones europeas. También ha censurado al Tribunal Supremo por negarse a aplicarle la Ley de Amnistía y ha defendido "acabar con esta cacería de brujas".
Los Mossos, en evidencia
En paralelo, el ridículo de la policía autonómica la aboca a una reestructuración interna del cuerpo. El dispositivo blando y la colaboración de un grupo de agentes con el plan de huida del expresident dejan al comisario jefe Eduard Sallent con un pie fuera de la cúpula policial.
Algunos sindicatos como SAP-Fepol ya han pedido una investigación interna, algunos mandos de Mossos creen que habrá más. A las 11 horas, el Departamento de Interior dará explicaciones de lo sucedido.