El Parlament de Cataluña celebrará la investidura de Salvador Illa (PSC) el jueves 8 de agosto a las 10 de la mañana. Josep Rull, el presidente de la Cámara catalana, así lo ha anunciado hoy, tras la ronda de contactos con los grupos parlamentarios en la que ERC y Comuns han confirmado su apoyo al candidato socialista.
Para ello, Rull ha informado también de la convocatoria de la Diputación Permanente este miércoles a la misma hora, paso previo indispensable para la celebración del debate. Precisamente, los tres socios de investidura habían instado al presidente de la Cámara a convocar dicho órgano "de forma urgente e inmediata".
Mayoría raspada
En el pleno extraordinario del jueves --que durará todo el día y probablemente se prolongue hasta el viernes--, el ganador de las elecciones autonómicas del 12 de mayo conseguirá el apoyo de la mayoría raspada del hemiciclo.
Con sus respectivos acuerdos --que incluyen el concierto económico para Cataluña-- Illa ha atado los 68 votos que suman las formaciones republicanas y morada junto a la socialista. Previsiblemente, el resto de grupos se posicionarán en contra, con 67 noes, aunque Junts ha avanzado que no participarán en la votación si Puigdemont es detenido.
Amenaza de suspensión
Precisamente, la amenaza de la suspensión sobrevuela la investidura de Illa, y Carles Puigdemont tiene la culpa. El partido que lidera ha confirmado que pedirá a Rull que anule la sesión en caso de que la policía detenga al expresident, que pretende cruzar la frontera española para asistir al pleno e intentar reventarlo. Algo que el presidente del Parlament (miembro de la misma formación) hará a todas luces.
Comunes y ERC suscribirán la petición de los neoconvergentes para expresar su condena ante el eventual arresto, más que probable a pesar de la Ley de Amnistía. El juez instructor Pablo Llarena, del Tribunal Supremo, se resiste a borrar el delito de malversación del que acusa al expresident organizador del referéndum del 1-O, por lo que mantiene sobre él la orden nacional de detención.
En caso de que este escenario se produzca, los socios de investidura apuestan por aplazar el pleno varios días, pero no sine die; Junts, en cambio, evita hablar de plazos. Sea como fuere, tanto ERC como Comuns han confirmado que no retirarán su apoyo a Illa, cuya investidura debe producirse antes del 26 de agosto; de lo contrario, se activará la convocatoria automática de elecciones.
¿Qué dan los socialistas a cambio?
El acuerdo alcanzado por el PSC (y PSOE) con ERC por el voto a favor de sus 20 diputados cuenta como principal concesión una reforma del sistema de financiación para que Cataluña recaude y gestione todos los impuestos que se cobran en la comunidad.
A la práctica, el Congreso deberá modificar la Ley de Financiación de Comunidades Autónomas (LOFCA), por lo que el PSOE necesitará el apoyo de todos y cada uno de sus socios. Aunque en caso de que el concierto económico catalán fracase en la Cámara baja, ERC ha avanzado que existe un "plan B".
Por su parte, el PSC ha accedido ante los Comunes a no promover de forma activa el proyecto del macrocasino Hard Rock en Tarragona y tumbar los beneficios fiscales para las empresas del proyecto, estancado desde hace años. También se ha comprometido a mantener el malogrado tope a los alquileres y a aprobar un régimen sancionador contra los propietarios que lo incumplan, además de un impulso al parque público de viviendas y un pacto nacional por el agua.
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