El grupo separatista y anticapitalista CUP, a través de su diputada Laia Estrada, ha afirmado en una rueda de prensa que el pacto entre ERC y PSC para investir a Salvador Illa "deja Cataluña en manos de un partido que defiende el modelo turístico más depredador, la especulación de la vivienda, que niega el cambio climático, es cómplice de desmantelar servicios públicos y que está vinculado a casos de corrupción". Además, ha sentenciado que "este acuerdo certifica la muerte del procés". 

Además de cargar contra la formación socialista, Estrada también se ha mostrado muy crítica con la posición de ERC y ha dicho que "no sorprende que hayan decidido aceptar el acuerdo, ya que este se incluye dentro de la estrategia de concertación con el Estado, que han desarrollado hasta la fecha".

"Pactismo con Madrid"

Estrada ha afirmado que "el acuerdo parte de la idea de que se pueden ganar derechos sociales y nacionales con un Estado que, sistemáticamente, niega los derechos de autodeterminación". No obstante, también ha hecho referencia a la etapa de gobierno del expresident Jordi Pujol, para decir que el acuerdo actual "se basa en el pactismo con Madrid; es algo que también comparte Junts y que hace ecos de los viejos tiempos del Pujolismo".  

Los anticapitalistas no sólo se posicionan en contra del acuerdo entre ERC y PSC, sino que, en palabras de Estrada, este "es erróneo". "Con toda seguridad, los recursos prometidos no van a llegar; han pactado con un partido que es una franquicia de quién gobierna el Estado, y quiénes han fulminado leyes como la regulación de alquileres catalana", afirma. Por todo ello, cree que el acuerdo "no permite avanzar en la independencia, sino que la ha hecho retroceder". 

"Lucha y desobediencia"

Estrada ha afirmado que "el conjunto de la izquierda independentista" considera que "lucha, organización, movilización y desobediencia nacional y popular" son los elementos necesarios para poder conseguir los acuerdos que se desean, en vez de acudir a "pactos que implican la renuncia", como ha sido en el caso de ERC y PSC.

También ha sentenciado que los acuerdos suscritos "no resuelven el conflicto" del reconocimiento a la independencia. Pero que tampoco resuelven "todos los retos" a los que se hay que enfrentar "como la emergencia climática, la crisis de habitaciones, la defensa de la lengua o el control de los precios de los productos básicos". 

En la misma línea de "no resolver", ha puesto encima de la mesa "la ausencia del derecho a la autodeterminación", pero también la ampliación del aeropuerto, la construcción del cuarto cinturón o el Hard Rock como modelos "caducos, precarizadores y que nos han llevado a la situación global en la que estamos", tanto a nivel de "emergencia climática" como de "condiciones económicas y sociales". 

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