Los espías del catalán no dan tregua a sus campañas de delación y acoso ni siquiera en plenas vacaciones. Plataforma per la Llengua, la entidad ultranacionalista subvencionada por la Generalitat de Cataluña y otras administraciones públicas dedicada a erradicar la presencia del castellano en los espacios públicos y privados, ha instado a sus seguidores a no bajar la guardia durante sus días de asueto. Y les pide que se dediquen a chivarse sobre los rótulos que vean que no estén en catalán.
En concreto, Plataforma per la Llengua hace "un llamamiento a compartir en las redes sociales fotografías de rótulos públicos que no estén bien señalizados en catalán", indicando además "la localización exacta".
Carreteras, puertos, aeropuertos...
La entidad presidida por el médico ultranacionalista Òscar Escuder "busca carteles de carreteras, aeropuertos, puertos y estaciones de tren que excluyan el catalán (o lo releguen a una posición de inferioridad) y carteles de nombres de lugar que no sean en catalán o aranés". Su atrevimiento le lleva incluso a plantear que esta campaña de delación y acoso a otras lenguas oficiales se haga extensiva incluso a Francia, donde les molesta que existan indicaciones como Perpiñán en francés (Perpignan).
Denuncias
Esta campaña de asedio al castellano, al francés y a todo aquello que no esté en catalán, a la que los espías del catalán dan en llamar "Radares lingüísticos", se repite por segundo verano consecutivo. Su objetivo, según reconoce Plataforma per la Llengua echando mano de su habitual terminología identitaria, ultranacionalista y excluyente, es "denunciarlos a las autoridades competentes y frenar la descatalanización del paisaje lingüístico, cada vez más castellanizado".
Según esta entidad apadrinada y muy generosamente subvencionada por la Generalitat de Cataluña, esta campaña ya dio lugar a un centenar de quejas "que se trasladaron a la Consejería de Territorio" del propio Govern de ERC.
Subvenciones millonarias
Plataforma per la Llengua fue, de hecho, una de las entidades beneficiadas por el aumento del gasto identitario en los Presupuestos de la Generalitat de Cataluña de 2023, aprobados con el apoyo del PSC y de En Comú Podem. La autodenominada “ONG del catalán”, célebre por sus campañas de delación lingüística y de acoso a la lengua castellana, se embolsó tan sólo ese año más de medio millón de euros -516.000, para ser exactos-.
La entidad ultranacionalista ha recibido cantidades similares, e incluso superiores, por parte del Govern año tras año a lo largo de la última década, coincidiendo con el apogeo del procés. Incluso en 2020, a pesar del estallido de la grave crisis del coronavirus, Plataforma per la llengua se embolsó 955.000 euros en ayudas públicas, de las cuales la gran mayoría procedieron de la Generalitat: 760.000 euros a través de sus convenios.
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