La hispanofobia de los mandatarios ultranacionalistas de la Generalitat de Cataluña volvió a quedar ayer patente con una nueva muestra de desprecio hacia el castellano, lengua materna de gran parte de los catalanes. Y es que la dirección de ERC se negó a responder en este idioma en su comparecencia ante los medios de comunicación para explicar su preacuerdo con el PSC para investir a Salvador Illa como presidente del gobierno autonómico.

La portavoz de ERC, su diputada en el Parlament Raquel Sans, rechazó hablar en castellano cuando, hacia el final de su comparecencia, una periodista le reclamó que hiciera un resumen en esta lengua de lo que había explicado hasta entonces únicamente en catalán. En especial, lo relativo al concierto económico para Cataluña pactado con los socialistas a cambio de investir a Illa.

"Hagamos un avance en soberanía lingüística"

Resoplando, y con evidente muestra de fastidio y desdén, la dirigente ultranacionalista rehusó hacerlo, e instó a los medios a subtitular sus declaraciones previas: "No sé si seré capaz ya. ¿No podemos subtitular hoy? Por favor, yo os lo pido", espetó, entre sonrisas y gestos cómplices de algunos de sus correligionarios, como la amnistiada Marta Rovira, ubicada detrás suyo.

Sans apostilló esta muestra de desprecio añadiendo un comentario supuestamente jocoso: "Hagamos un avance en soberanía lingüística". Un exabrupto que fue celebrado entre risas y aplausos por el resto de dirigentes de ERC.

Cabe recordar que la propia Sans había trufado su comparecencia con soflamas identitarias en relación a la lengua catalana, a la que llegó a calificar como "la llave de la nación". "Sin legua, no hay nación", llegó a dirigir la mandataria ultranacionalista, que además se jactó de que el pacto con el PSC refuerza aún más su imposición en ámbitos como el educativo -donde el monolingüismo en catalán es obligatorio- o el sanitario.

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