Pedro Sánchez y Pere Aragonès han departido durante más de una hora en su encuentro en el Palau de la Generalitat. El presidente del Gobierno ha aterrizado en Barcelona en una semana decisiva para el futuro de Cataluña por las negociaciones para la investidura de Salvador Illa.

El encuentro, que ha arrancado a las 12 del mediodía, se produce un día después de que Junts consumara su venganza votando en contra de la Ley de Extranjería y el techo de déficit en el Congreso de los Diputados. Carles Puigdemont ha decidido jugar todas sus cartas, incluso el único resorte de poder real que le queda tras los sucesivos correctivos en las urnas -los siete diputados en las Cortes- para desestabilizar la negociación para la puesta en marcha efectiva de la nueva legislatura en Cataluña. 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reúne con el presidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès Gala Espín Palau de la Generalitat

Los neoconvergentes no ven con buenos ojos las conversaciones que PSC y ERC mantienen para investir al socialista, pese a que Junts no tiene a su alcance una mayoría parlamentaria para gobernar. No es para menos: cuanto más cerca está Illa de la Generalitat, más cerca está el fugado de tener que cumplir su promesa de abandonar la política activa.

Sánchez acelera las concesiones a ERC

El encuentro entre los dos mandatarios ha durado una hora y ha servido para cerrar otro de los acuerdos de la denominada "carpeta cero". Es decir, aquella que tiene que ver con las exigencias que los republicanos impusieron a los socialistas para la investidura de Sánchez y que, ahora, es necesario cumplir con carácter de urgencia para avanzar con la investidura de Illa.

La fotografía del encuentro ha pesado, aunque el margen del presidente de la Generalitat en funciones en la negociación de la investidura es escaso. Aragonès asumió a título personal el tremendo tropiezo de ERC en las elecciones catalanas de mayo y anunció que pondría el punto y final a su etapa político al salir del Palau de la Generalitat.

Sí que está al tanto de la negociación y tiene cierta incidencia en el partido, pero en estos momentos es Marta Rovira la que tiene la batuta, ante la desesperación de Oriol Junqueras que ve cómo la secretaria general, que mantiene su residencia en Ginebra, se deja llevar por la presión de Puigdemont

Traspaso de la gestión del Ingreso Mínimo Vital

La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, y el conseller de Derechos Sociales de la Generalitat, Carles Campuzano, han escenificado la firma del convenio de traspaso de la gestión del Ingreso Mínimo Vital (IMV) a Cataluña.

En la rueda de prensa posterior, ambos han celebrado que se haya materializado el traspaso, pese a un "encaje jurídico complejo". Permitirá triplicar "el número de beneficiarios que las rentas mínimas autonómicas tenian en 2020", ha expresado la ministra. 

La ministra de Inclusión, Elma Saiz, y el consejero de Derechos Sociales de la Generalitat Carles Campuzano Gala Espín Palau de la Generalitat

Por su parte, el conseller ha celebrado que hoy se dé respuesta a una reivindicación del Govern y de los "sectores sociales que luchan contra la pobreza", tras una negociación que ha definido como "larga y compleja". 

Sea como sea, este acuerdo demuestra, una vez más, que el Gobierno ha acelerado sus concesiones a ERC en las últimas horas. Y es que Sánchez también ha cumplido esta semana poniendo fecha al inicio del traspaso de la R1 de Barcelona en enero de 2025 y los 1.500 millones para Rodalies, becas e investigación.

Desvinculan la reunión de la investidura

Un centenar de curiosos, la mayoría turistas, ha presenciado con absoluta normalidad la llegada del presidente del Ejecutivo al Palau de la Generalitat. Lo ha hecho acompañado de Saiz y del ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños. Desde los dos gobiernos han insistido en desvincular esta reunión con las negociaciones para la investidura: "No es bueno que mezclemos", ha dicho el propio Campuzano. 

El presidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès Gala Espín Palau de la Generalitat

Pero la realidad es innegable. No es casual que esta cita tenga lugar en una semana clave para desencallar las negociaciones de cara a una posible investidura de Salvador Illa, que los republicanos insisten en amarrar antes de que termine el mes de julio. Además, cabe destacar que la secretaria general de ERC, Marta Rovira, exigió reuniones "de alto nivel" con el PSOE o incluso el presidente del Gobierno.

La de Sánchez sido una visita fugaz. Al menos, de cara a la prensa. Los mandatarios no han querido ofrecer declaraciones, pero sí han reaccionado en las redes sociales. "Hemos abordado la situación política general y otros asuntos de interés común. Hemos analizado los acuerdos alcanzados entre ambos gobiernos y nos hemos comprometido a culminar su desarrollo en beneficio de la ciudadanía de Cataluña", ha sentenciado el presidente en la red social X. 

La financiación es clave

Hoy por hoy, el principal escollo para la investidura de Illa sigue siendo el modelo de financiación. Las fuentes consultadas aseguran que Sánchez ha ofrecido en el encuentro una propuesta para tratar de convencer a los republicanos, quienes insisten en que el consorcio tributario incluido en el Estatut es tan solo una operación de maquillaje para que todo quede igual.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reúne con el presidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès Gala Espín Palau de la Generalitat

Habrá que ver si, en las próximas horas, las concesiones por parte del gobierno de Sánchez y la posibilidad de un acuerdo pragmático para mejorar la financiación frente a las estrategias maximalistas allanan el camino para una investidura de Illa a principios de agosto. Siempre con la amenaza de la guerra interna en ERC y un hipotético regreso inminente de Puigdemont, como telón de fondo.

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