Carles Puigdemont mete presión y ruido a pocas horas de la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al Palau de la Generalitat, donde se reúne con el president en funciones, Pere Aragonès, este miércoles.

El líder de Junts y competidor sin éxito de Salvador Illa en la carrera por la investidura ha aprovechado el encuentro al más alto nivel en plenas negociaciones entre ERC y los socialistas para dejar un recado al dirigente del Ejecutivo.

Puigdemont mete presión

En un mensaje en la red social X (antes Twitter), Puigdemont ha instado a Sánchez a justificar la falta de ejecución presupuestaria del Estado.

"A ver si el presidente del Gobierno español puede explicar hoy a los catalanes las razones por las que estamos siempre a la cola de las ejecuciones presupuestarias del Estado y, en cambio, Madrid está disparada, también como siempre".

El expresident organizador del referéndum del 1-O, todavía en el extranjero después de que se le haya complicado la amnistía, adjunta una lista en la que precisamente Cataluña figura la última, con un grado de ejecución del 45%. Y la Comunidad de Madrid, segunda, con un 211%.

Componente económico

Precisamente, la reunión entre Sánchez y Aragonès tiene un fuerte componente económico. Las negociaciones de ERC con PSC y PSOE para investir president al candidato socialista giran principalmente en torno al pretendido modelo de financiación singular que exigen los independentistas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès EUROPA PRESS

Además, el Govern ha tratado de desvincular el encuentro de las conversaciones por la investidura al asegurar que este servirá para concretar el traspaso de la gestión del Ingreso Mínimo Vital (IMV) a la Generalitat. Así las cosas, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, le ha recordado a Sánchez que queda pendiente la quita de 15.000 millones de la deuda de la Generalitat del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), y le ha instado a comprometerse a ello.

No obstante, a nadie se le escapa que puede suponer un antes y un después para la gobernabilidad en Cataluña por el contexto en el que se produce, ya que el acuerdo por la presidencia de Illa debe cerrarse entre esta y la próxima semana. ERC someterá el pacto al examen de su militancia el 1 de agosto.

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