Nuevo giro de guion en la guerra interna de ERC durante la semana clave para la negociación con los socialistas. El expresidente del partido Oriol Junqueras ha contraatacado a la secretaria general, Marta Rovira, presentando un manifiesto para que apoye la investidura del socialista Salvador Illa y deje de ser rehén del expresident de la Generalitat fugado Carles Puigdemont.
El pasado 12 de mayo, el PSC se alzó con una victoria histórica en votos y escaños que presagiaba un tripartito de izquierdas, pero pocos imaginaban que los malos resultados de ERC provocarían un cisma poniendo en juego la propia supervivencia del partido. El president Pere Aragonès fue el primero en alzar la voz para anunciar que dejaría la política una vez abandonara la Generalitat, mientras que Rovira reivindicó “nuevos liderazgos” y anunció que marcharía tras el congreso programado para el 30 de noviembre.
No obstante, Junqueras decidió que volvería a optar a la presidencia en dicho cónclave, provocando que los roviristas se revolvieran contra el que había sido el líder moral del partido desde el inicio del procés.
Batalla Junqueras-Rovira
Dos hitos han sido decisivos en la batalla de Junqueras y Rovira por el poder: la presentación de una suerte de manifiesto anti-Junqueras por parte del entorno de la secretaria general -incluyendo al president Aragonès, Marta Vilalta, Laura Vilagrà y otras figuras relevantes del Govern- y la crisis de los carteles del alzhéimer.
Una crisis que ha expuesto los trapos sucios de la formación hasta el punto de que Sergi Sabrià dimitió de sus funciones como viceconsejero de Estrategia y Comunicación y el exconcejal y exdiputado Ernest Maragall ha roto el carnet del partido mostrándose “decepcionado” ante la opinión pública.
Junqueras hace una exhibición de fuerza
Pero el abrazo de la “falsa unidad” entre Junqueras y Rovira en Cantallops (Girona) no ha detenido el curso de los acontecimientos en la formación republicana. Si el manifiesto de los renovadores contra Junqueras reunió algo más de 1.000 firmas gracias al esfuerzo de los partidarios de la secretaria general y todo tipo de cargos institucionales, Junqueras ha contraatacado con 2.000 firmas que, según fuentes republicanas, son una exhibición de fuerza que demuestra que “vencerá en el congreso”.
El manifiesto no solo es poderoso por el ejército republicano que Junqueras tiene tras de sí en el partido, sino porque llega en la semana clave para las negociaciones de la investidura de Illa y pone de relieve que Rovira “va a remolque de Puigdemont”, según las mismas fuentes del partido.
Puigdemont marca la agenda de ERC
“Puigdemont es el candidato de Junts, pero nos está marcando la agenda a nosotros”, se lamentan quienes ven positivo cerrar un acuerdo con los socialistas después de que Pedro Sánchez cumpla los compromisos pendientes y se hayan dado avances en las cuatro carpetas de negociación con el PSC.
Acusan a la secretaria general de “retrasarlo todo” para ver qué movimientos da Puigdemont en los próximos días, especialmente el próximo sábado, 27 de julio. Cuando está previsto un gran acto de Junts en la Catalunya Nord con motivo de su “regreso inminente”, si bien fuentes neoconvergentes hace días que vienen rebajando las expectativas dadas las dificultades de movilizar a la militancia en pleno verano.
Volubles a las amenazas de Puigdemont
Influyentes republicanos firmantes del manifiesto junquerista señalan que, en un periodo trascendental para la política catalana y para el futuro del partido, la dirección no puede ser rehén de un adversario político que busca fagocitarles. Por el contrario, ERC ha de cerrar un acuerdo de investidura sin mirar al fugado y lograr una financiación singular para Cataluña que Sánchez ve “factible” y abordará con el president Aragonès durante su reunión de este miércoles en el Palau.
Por el contrario, si bien dirigentes como Rovira, Vilalta, Josep Maria Jové o Juli Fernández no desean un “suicidio” repitiendo elecciones en octubre, sus “complejos” hacen que sean volubles a las trampas y guerra psicológica que Puigdemont ejerce sobre ERC cuando amenaza con volver y con la posibilidad de ser detenido, que ha sido convenientemente alimentada por figuras relevantes de Junts, como el presidente del Parlament, Josep Rull, o el secretario general, Jordi Turull.
Llegan días clave para cerrar un acuerdo de investidura que saque a Cataluña del bloqueo y, una vez más, la batalla por el poder en ERC será decisiva sobre el calendario que decidirá el futuro de millones de catalanes.