Los independentistas están de celebración este viernes. Y a la fiesta organizada por Òmnium Cultural no ha querido faltar uno de los fundadores de Terra Lliure --la banda terrorista ultranacionalista catalana que desarrolló su actividad entre 1978 y 1991--, Fredi Bentanachs. En primera fila, ha recibido a los dirigentes independentistas que han regresado a Cataluña después de que se haya archivado la causa de Tsunami Democràtic por un error procesal

La portavoz de Junts en el Parlament y el presidente del grupo parlamentario, Mònica Sales y Albert Batet GALA ESPÍN

Al evento han asistido el diputado de ERC Ruben Wagensberg; el vicepresidente primero de la entidad, Oleguer Serra; el empresario Josep Campmajó; el periodista Jesús Rodríguez; la dirigente republicana Marta Molina y los empresarios Xavier Vendrell y Oriol Solé. Se ha ausentado la secretaria general de ERC, Marta Rovira.

Tampoco han faltado dirigentes de Junts. Entre ellos, la presidenta Laura Borràs, acompañada por sus dos inseparables Francesc de Dalmases y Aurora Madaula. Las discrepancias internas entre los neoconvergentes también se han hecho notar en el acto. Y es que el secretario general Jordi Turull; el presidente y portavoz del grupo parlamentario, Albert Batet y Mònica Sales, respectivamente, se han situado al otro lado de la calle.

Los dirigentes que este viernes han regresado a Cataluña GALA ESPÍN

No se pierde detalle

Bentanachs no ha soltado su teléfono para no perderse detalle de la fiesta que se ha celebrado en la calle Diputación de Barcelona. Es uno de los independentistas más radicales y, a su vez, más críticos con la estrategia que ha seguido Esquerra Republicana. Sin ir más lejos, esta misma mañana ha tildado a Oriol Junqueras y Marta Rovira de "escoria botiflera". Les ha acusado de estar "al servicio del fascismo español". Se olvida de que Carles Puigdemont también dio su apoyo a la investidura del presidente del Gobierno Pedro Sánchez. 

En los últimos años, por ejemplo, ha sido asiduo en los cortes de tráfico en la avenida Meridiana de Barcelona para protestar contra las condenas a los dirigentes del procés. En alguno de esos cortes, megáfono en mano, profirió soflamas de este estilo: "Que en los patios de las escuelas catalanas los niños hablen castellano alegremente es inmoral. Nos están asesinando. Es un genocidio, no el de Ucrania, no. El nuestro, que vivimos y nadie se ocupa. Nos están asesinando, nos están masacrando".

A pesar de todo ello, destacados dirigentes de Junts no han dudado en reiteradas ocasiones en dejarse ver junto a él. Entre ellos, el expresidente de la Generalitat fugado Carles Puigdemont, quien le recibió en su chalet de Waterloo. También Laura Borràs, con quien este viernes ha coincidido.

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