Carles Puigdemont ha encontrado la “excusa perfecta” para incumplir su promesa de regresar a Cataluña: la decisión del Tribunal Supremo de mantener la malversación y la orden de arresto sobre él. En estos momentos, según fuentes del partido, Puigdemont alimenta su mentira y esperará la amnistía fuera de España. No se plantea volver ni para presentarse a una investidura sin haber logrado la abstención del PSC, ni para presenciar cómo Salvador Illa se convierte en president de la Generalitat en caso de que logre armar un acuerdo con ERC y Comuns.
“Solo volverá en caso de nueva campaña electoral”, aseguran fuentes de Junts conscientes de la decepción que esta decisión provocará entre su electorado. Y es que sería la tercera vez que Puigdemont no cumple con su compromiso de regresar al Parlament, como ya sucedió tras las elecciones autonómicas de 2017 y 2021, donde ya ejerció como cabeza de cartel.
"No se dan las garantías"
En estos momentos, es cierto que “no se dan las garantías” para que Puigdemont pueda regresar pese a que la ley de amnistía ya es una realidad, como defienden a Crónica Global algunas voces defensoras del candidato de Junts. Sin embargo, otros recuerdan que el fugado en campaña “se vino arriba” prometiendo que volvería a Cataluña aun a riesgo de ser detenido. Una promesa de la que ahora no queda ni rastro, pero no es la única.
También recuerdan que Puigdemont ha enterrado su compromiso de abandonar la política si no tenía los números para ser president, todo gracias a un discurso “ridículo” sustentado en la “fantasía” de que el PSC se abstendrá para permitirle gobernar para no complicarle la mayoría a Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados. Pero no solo, y es que Puigdemont también aseguró que se presentaría a la investidura para que después Albert Batet trasladara una negativa al presidente del Parlament, Josep Rull, en la ronda de candidatos.
En primera instancia, reconocen que el objetivo era dejar que Illa “se estrellara”, pero ahora trasciende que Puigdemont tampoco se presentará al debate de investidura aunque el socialista consiga los números para ser president.
Turull insiste: Puigdemont volverá
Ni rastro de la determinación con la que, en campaña, Puigdemont parecía estar dispuesto a dar una patada al tablero político catalán, incluso brindando a sus votantes la imagen de su detención en su regreso a España. Algunos dirigentes de Junts “lo deseaban” como desenlace de la campaña catalana o como performance a la hora de cumplir con su compromiso de presentarse a la investidura, admiten a este medio voces neoconvergentes que, ahora, descartan que Puigdemont aparezca durante el verano.
Sin embargo, esto difiere de la versión oficial del partido, con el secretario general de Junts, Jordi Turull, asegurando que Puigdemont mantiene el compromiso de volver a Cataluña si hay debate de investidura a pesar del “golpe de toga al Estado” del Tribunal Supremo. “Es una persona de palabra”, asegura el fontanero por excelencia de la formación, que estas semanas maniobra para que Junts consiga su objetivo de una repetición electoral.
La salvación para la credibilidad de Puigdemont
Esta sería, precisamente, la salvación para la credibilidad de Puigdemont: unas elecciones en octubre que eviten que tenga que presentarse en Cataluña en un debate de investidura y, en su lugar, regrese a finales de septiembre o principios de octubre para hacer campaña electoral en el territorio.
A ser posible, como candidato de una lista unitaria con la que fagocitar a ERC: una propuesta con la que ya ha tentado a Marta Rovira, secretaria general de los republicanos. Solo así Puigdemont no tendría que abandonar la política, ni arriesgarse a ser detenido este verano y, además, podría intentar dar el sorpaso a Salvador Illa, que obtuvo la victoria en votos y escaños.