La violencia entre clanes en Girona ha derivado en una tormenta política. Un alto mando de los Mossos d'Esquadra ha reconocido hoy que la policía catalana no actuó ante una turba de cien personas que quemó tres domicilios en Figueres ayer. Ante ello, el alcalde de la capital comarcal, Jordi Masquef (Junts), ha exigido que "no se repita" la situación.
Ha ocurrido hoy sábado, después de que el intendente del cuerpo Xavier Domènech explicara en RAC1 que el cuerpo autonómico de seguridad permitió el "destrozo" de tres viviendas de un clan asentado en un barrio de Figueres por parte de una turba de unas cien personas que portaba palos y hachas.
Según Domènech, se trataba de una cuestión de "honor", una "teatralización más que no una acción en sí misma". Por ello, se dejó que la masa vandalizara los domicilios.
El alcalde reacciona: "Que no se repita"
Pero es que horas después, el alcalde de Figueres, Jordi Masquef (Junts), ha exigido que los incidentes ocurridos en el barrio del Colubret "no se repitan ni en Figueres ni en ningún otro lado". Masquef ha dicho "respetar" la labor de los Mossos, pero ha pedido mayor "coordinación" para evitar la violencia interclánica, pues los vecinos, ha dicho, están "atemorizados".
Asimismo, el primer edil ha recordado que sin voluntad de "estigmatizar", el barrio afectado en la ciudad sufre la acción de grupos que viven del "cultivo de marihuana". Ante ello, ha pedido políticas "más contundentes".
Tres viviendas destrozadas
El cruce de declaraciones ha llegado después de que unas cien personas de la comunidad de Font de la Pòlvora de Girona arrasara tres viviendas de los barrios del Culubret y Sant Joan de Figueres ayer.
La acción vandálica se explica como respuesta al tiroteo ocurrido en el barrio gerundense de Font de la Pòlvora por San Juan, que dejó dos víctimas mortales y un intento de asalto al Hospital Josep Trueta, donde ingresaron algunos de los heridos.
Presencia policial
Los disparos, enmarcados en una disputa familiar, los hizo una persona que aún no ha sido detenida. El sospechoso permanece en paradero desconocido, aunque se le conocen detenciones anteriores por vínculos con la criminalidad común.
Mientras, los Mossos mantienen una presencia policial elevada en Font de la Pòlvora, así como en otros puntos de la provincia. Aunque ese dispositivo especial no ha evitado la represalia de Figueres de ayer, que ha provocado la ira del primer edil de la localidad.