Quedan pocos días para que se active el reloj para formar un nuevo gobierno de la Generalitat o provocar una repetición electoral en octubre. Por ello, a punto de comenzar la cuenta atrás, los equipos de PSC y Esquerra Republicana se han reunido este martes para acercar posturas en la negociación para la investidura del líder socialista, Salvador Illa, que sigue en manos de los republicanos.
Hasta ahora, los principales contactos se habían producido para negociar la presidencia de la Mesa del Parlament, que fue a parar a manos de Junts. Pero, en esta ocasión, la oferta de financiación singular y los guiños del presidente del Gobierno Pedro Sánchez a ERC --reconociéndole su compromiso y liderazgo en cuestiones como la amnistía o los indultos-- han allanado el camino para que en los encuentros haya algo más que palabras.
Tras la reunión, que se ha producido en Barcelona, ambos se han emplazado a "continuar trabajando", si bien el candidato del PSC ya ha anunciado que pedirá más tiempo al presidente del Parlament, Josep Rull, para poder articular una "mayoría progresista" con los votos de ERC y Comuns.
Un acto equivalente
El día 25 de junio está prevista la primera sesión, pero no se espera que se presente ningún candidato. Según fuentes parlamentarias, todo apunta a que Rull optará por un acto equivalente. Este mecanismo se aplicaría en caso de que, tras realizar la protocolaria ronda de consultas con los grupos parlamentarios --que empieza este mismo martes--, considerara que ningún candidato cuenta con posibilidades de ser investido.
Es similar a una investidura fallida, y sirve para poner en marcha el reloj con el plazo máximo de dos meses, con la particularidad de que ningún candidato tendría que pronunciar su primer discurso en el pleno a sabiendas que no tiene los apoyos para hacerse con la presidencia.
En manos de ERC
Hoy por hoy, los republicanos siguen teniendo la llave de la gobernabilidad. De ellos dependerá que Salvador Illa sea elegido president o, por el contrario, opten por el bloqueo que derivaría en unas nuevas elecciones en octubre. La decisión no será fácil, teniendo en cuenta la batalla interna que existe en Esquerra tras los comicios del 12 de mayo en los que se hundieron con 20 escaños y fueron apeados por Junts de la hegemonía independentista.
Aun así, los equipos negociadores de ERC y PSC se han reunido para tratar de desencallar las negociaciones con una exigencia encima de la mesa: la financiación singular. Es una de las líneas rojas de los republicanos para dar su sí a Illa, aunque no es la única.
Vilalta critica que nadie se presente a la investidura
La portavoz parlamentaria, Marta Vilalta, ha exigido tener "la llave de la caja" para "acabar con una situación de injusticia" que, a su parecer, sufre cataluña. Ello sin renunciar a "carpetas imprescindibles" como la lengua catalana o el impulso de políticas sociales que "ayuden a garantizar la igualdad de oportunidades".
Por otro lado, no ha escatimado en críticas hacia Illa y Carles Puigdemont, los dos candidatos que durante la campaña expresaron su intención de someterse a la investidura, si bien el único que tiene posibilidades es el socialista. El fugado no tiene ninguna opción de ser elegido president, ya que todas las fórmulas pasan por la abstención del PSC.
En declaraciones a los medios, Vilalta ve "inconcebible e irresponsable" que, con un pleno convocado para el 25 de junio, nadie quieran presentarse. "Es una decisión irrespetuosa con el Palament y la propia ciudadanía", ha expresado la republicana, que ha asegurado que trasladará el mensaje al presidente de la Cámara en la reunión prevista para mañana, en el marco de la ronda de consultas.