Las elecciones de este 12M confirman el final del procés y un auge de la extrema derecha en Cataluña.
Aliança Catalana, la formación independentista encabezada por la ultra Sílvia Orriols, se estrena en el Parlament de Cataluña con dos escaños. Uno de los asientos, por la provincia de Girona, lo ocupará la polémica líder, hasta ahora alcaldesa de Ripoll, donde este domingo ha arrasado con más del 33% de los votos, mientras que el otro asiento lo ocupará Ramón Abad, número uno de la lista por la provincia de Lleida.
Resiste pese al 'sorpasso' del PP
Vox se mantiene en los 11 escaños, los mismos que la formación verde ya obtuvo en los comicios de 2021. El partido que lidera Ignacio Garriga ha salvado los muebles, pese al sorpasso del PP, su máximo rival, -que ha pasado de los tres a los 15 escaños-, y ha cosechando 30.000 votos más que hace cuatro años.
La formación de extrema derecha ha salido indemne del despegue del Partido Popular, pues el partido de Alejandro Fernández ha recuperado los votos que antes hubiesen ido a parar a Ciudadanos, que este domingo se ha descalabrado hasta quedar fuera del Parlament de Cataluña.
[A qué se dedicaba Sílvia Orriols antes de ser alcaldesa de Ripoll y líder de Aliança Catalana]
Así las cosas, y después de que las encuestas vaticinaran que la formación de ultraderecha podría quedarse sin la mitad de sus diputados en la cámara catalana con tan solo seis asientos, Garriga ha celebrado los buenos resultados arropado por el presidente de Vox, Santiago Abascal. El líder en Cataluña no ha podido ocultar su euforia: "¡Vox se queda, Vox crece!".
La formación verde no sólo ha logrado mantener sus 11 escaños, sino que ha atraído a 30.000 votantes más. De estos, siete los ha cosechado en la provincia de Barcelona, dos en Tarragona, uno en Lleida y uno en Girona.
Orriols irrumpe con fuerza
La extremista Sílvia Orriols ha convencido al electorado, sobre todo en Lleida, con su discurso abiertamente xenófobo. Allí ha arrebatado uno de los escaños decisivos para el independentismo y ha superado por más de 2.000 votos al partido de Ignacio Garriga. También ha conseguido un buen resultado en Girona, donde ha irrumpido como cuarta fuerza política, con un 9,03% de los votos, sólo por detrás de Junts, el PSC y ERC.
Obtener representación en Girona y Lleida era un desafío importante para los de Orriols, pues cabe recordar que, en ambas provincias, Junts es la primera fuerza. Precisamente, esto explica que la candidatura de Carles Puigdemont no alcanzara un mejor resultado en estas dos provincias, aunque se ha mantenido respecto a 2021.
En la provincia de Barcelona, Orriols se ha quedado a las puertas de conseguir un diputado más, por tan solo un punto, pese a que puso toda la carne en el asador con una agresiva campaña en municipios como Terrassa o Manresa, localidades con un alto porcentaje de población inmigrante y donde, como Vox, Aliança Catalana intentó relacionar este factor con la inseguridad.
El 'verdadero independentismo' de Aliança
El partido ultraderechista fue el primero de los de corte independentista en pedir mano dura contra los inmigrantes ilegales, un discurso que pronto adoptó Junts para evitar que la hasta ahora alcaldesa de Ripoll le comiese la tostada el 12M. Los neoconvergentes pidieron al Gobierno central que traspasase a la autonomía el control de la inmigración y de las fronteras, así como la expulsión de los delincuentes multirreincidentes.
Orriols, que ha abanderado un discurso antiinmigración -especialmente islamófobo-, que endureció a las puertas de las elecciones catalanas para atraer a los votantes más radicales de Junts y la CUP, se presentó como el “verdadero independentismo”.
De hecho, la mayoría de los votos de Aliança Catalana proceden de votantes independentistas descontentos con el acercamiento de ERC y Junts al Gobierno central. Así las cosas, el domingo la líder celebraba los resultados y se comprometía a luchar por un "Estado catalán, libre, próspero, seguro y occidental".