La síndica de Greuges ve la amnistía como una "contribución a la cultura de la paz"
- La defensora del pueblo catalán, Esther Giménez-Salinas, se alinea con el nacionalismo gobernante en Cataluña aún reconociendo que parte de la ciudadanía considera injusta la impunidad del 'procés'
- A su acto, celebrado en Barcelona, asistieron desde el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, hasta sus antecesores Jordi Pujol y Artur Mas, entre otros dirigentes y exmandatarios secesionistas
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La síndica de Greuges de Cataluña, Esther Giménez-Salinas, ha salido este martes en defensa de la amnistía del 'procés' secesionista, calificando la impunidad de sus delitos o causas judiciales pendientes como una "contribución a la cultura de la paz".
Al igual que su antecesor en el cargo, Rafael Ribó, la actual "defensora del pueblo" catalán se ha alineado con el nacionalismo gobernante en la autonomía erigiéndose como defensora de las medidas de gracia a sus mandatarios y afines.
La impunidad, "una gran oportunidad"
Giménez-Salinas ha justificado la amnistía del procés aún reconociendo que puede considerarse injusta entre el común de la ciudadanía. Pero, según ha dicho, no puede dejar de pensar en "la gran oportunidad de dejar atrás posiciones extremas". A su modo de ver, su objetivo es facilitar una supuesta "reconciliación" y restablecer relaciones normales.
En estos términos se ha pronunciado Giménez-Salinas en una referencia a la actualidad política durante la conmemoración del 40 aniversario de la institución del Síndic de Greuges -casi la mitad de los cuales, con el nacionalista Ribó al frente- en el invernadero del parque de la Ciudadela de Barcelona.
Jordi Pujol y Artur Mas, entre los presentes
Al acto han asistido destacados dirigentes y exmandatarios nacionalistas, como el actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, sus antecesores Jordi Pujol, Artur Mas y José Montilla; la presidenta del Parlament, Anna Erra; los consellers Anna Simó, Carles Campuzano, Ester Capella y Gemma Ubasart; así como, por otra parte, el defensor del Pueblo español, el socialista Ángel Gabilondo, y el propio Ribó, entre otros.
Giménez-Salinas ha considerado el momento actual -en plena crisis infacionista- como una "gran oportunidad de reforzar la cohesión social" en la Cataluña de "los ocho millones" de habitantes ante los retos de las políticas públicas. Y ha remarcado que la Cataluña diversa es una riqueza.
La síndica ha defendido reformular las instituciones y tender a desinstitucionalizar: "Tenemos que abolir las instituciones totales" e ir hacia una Administración más amable, empática y menos burocrática, según ella.
Elogios de los dirigentes de la Generalitat
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC), ha considerado al Síndic de Greuges como una "institución clave, un guardián" para garantizar, según él, el buen funcionamiento de las instituciones.
En opinión del mandatario secesionista, el Síndic es una institución que fortalece los "derechos" de la ciudadanía, que según él se siente "protegida" ante posibles disfunciones de las instituciones públicas.
Asimismo, ha agradecido al Síndic su vocación de "servicio público" y situar a la ciudadanía "como medida de todas las cosas", según sus palabras.
La presidenta del Parlament, Anna Erra (Junts), ha resaltado la labor de esta institución durante las cuatro últimas décadas "a defender los derechos y libertades de los ciudadanos", según ella.
La dirigente ultranacionalista ha considerado necesario "blindar la democracia de los populismos y movimientos antiderechos", y ha agradecido la labor de la institución.
El acto, en el que también han intervenido la activista vecinal de La Mina Francisca Jiménez, los representantes del Consell Assessor de Joventut Giada Pugi y Martí Lora y la técnica municipal de acogida Fatiha El Mouali, ha contado con varios vídeos en los que se repasaba la historia del Síndic a lo largo de estos 40 años.