El despido de un médico enfermo por parte del 'exnúmero dos' de Vergés incendia el Hospital de Sant Pau
Adrià Comella, gerente del centro, echa a un facultativo que pedía ayuda y ahonda en el conflicto por la purga interna y los sobregastos
11 abril, 2024 00:00Noticias relacionadas
El despido de un médico enfermo ha azuzado un conflicto interno en el Hospital de Sant Pau, uno de los cuatro más grandes de Barcelona. El equipo del gerente, Adrià Comella,ha echado a un facultativo adjunto que pedía ayuda por un problema personal. En lugar de dejarle recuperar en clínicas especializadas para médicos, como es costumbre en la sanidad catalana, le han rescindido el contrato. Ello ha provocado un malestar mayúsculo en el centro sanitario, que se suma a los recelos por los sobregastos incurridos por la nueva dirección.
Lo detallan fuentes del sector. Alertan de que Sant Pau "ha despedido" a un coordinador médico "que tenía un problema personal de salud". Lo dejan en la calle "sin haberle dado la oportunidad de recuperarse" y volver a su posición, que era "antigua, contrastada y solvente".
Esta decisión la atribuyen a Montserrat Castilla, directora de Personas del Hospital y persona de máxima confianza de Adrià Comella, su superior.
Silencio y malestar
Este medio ha preguntado a las dos partes, centro sanitario y abogado del médico, y las dos han declinado aportar su versión. Otras voces sí lo han hecho. Han avanzado que el caso "acabará judicializado", pues el despido del facultativo "se percibe como una injusticia". Más, en un momento en el que no sobran precisamente manos en el sistema sanitario catalán.
Es así porque en otros casos similares al descrito, incluso Sant Pau, y el resto de hospitales de concertados con la red pública Siscat, habían dejado que los médicos se recuperaran. Y regresaran a su puesto de trabajo. La nueva gerencia no lo ha hecho, pese a que la dificultad personal del galeno "no repercutía en su puesto de trabajo". Desde el interior del equipamiento se preguntan "si se ha entrado en su historia clínica".
Cambios: "Una purga"
El nuevo lance no es anecdótico. Sant Pau y su cúpula han aterrizado en la polémica por el sobredimensionamiento de algunas partidas presupuestarias -la de personal y despidos siendo una de ella- y por los cambios internos acometidos desde que Comella llegó al equipamiento en 2021.
El más lacerante fue el despido fulminante de la doctora Beatriz Gómez-Ansón, médico de diagnóstico por la imagen a la que "dejaron presentarse al puesto de jefe de Radiología" y, el día de la elección, "la llamaron para echarla". El desplante levantó polvareda entre sus compañeros de trabajo, especialmente por las formas de la cúpula.
Incremento en el gasto de personal
A ello se le suma el incremento de gasto en el capítulo de personal, que ha avanzado un 12% en dos años hasta los 237 millones en 2022. Más, cuando otros hospitales concertados se están ajustando el cinturón.
Representativo de ello es el área de Comunicación, con nuevas contrataciones, incluida la de la expresentadora de TV3 Cristina Puig.
"Acorde a las necesidades"
Todo ello lo responde la dirección con el argumento de que se trata de equipos "acorde a las necesidades". Sobre todo, sostiene, porque la unidad se ha rebautizado como Usuarios y Comunidad, con más competencias. A su vez, el gasto de personal "está ajustado al presupuesto asignado en esta materia", añaden.
Por su parte, otro de los gastos espinosos, la formación, se percibe por el equipo de Comella como "una inversión y una apuesta para alcanzar la atención de calidad especializada". Eso sí, la gerencia reconoce que el dispendio en este campo "se ha activado" en los últimos meses.
'Destierro' de Gemma Craywinckel
Las voces críticas lo ponen en duda. Recuerdan que el ex número dos de la exconsellera de Salud Alba Vergés "pidió un hospital cuando salió de director del CatSalut en 2021". Se lo dieron: se fue a Sant Pau. Le sustituyó la entonces gerente, Gemma Craywinckel, en un cambio de cargo poco frecuente en el sector.
Pero es que cuando Junts salió del Govern en 2022 y se reestructuró el Ejecutivo autonómico, Craywinckel dejó su puesto. La designaron gerente del Parc Sanitari Pere Virgili, "un puesto muy inferior a sus altísimas capacidades -es, por ejemplo, vocal de la Sociedad Catalana de Gestión Sanitaria (Scgs)-, parejo a un destierro". Mientras, algunos médicos jefes de servicio en Sant Pau la echan de menos. Más, con el último despido de su compañero.