El expresidente de la Generalitat huido de la justicia, Carles Puigdemont, ha añadido su nombre a la candidatura que concurrirá a las urnas el próximo 12 de mayo en Cataluña. Junts diluye de esta forma su marca y en las papeletas aparecerá un nombre más largo para convencer a los votantes neoconvergentes: Junts + Puigdemont per Catalunya.
Así lo ha anunciado el partido en un comunicado. De forma oficial, justifican que su voluntad es la de brindar al independentismo una propuesta política que “permita afrontar esta nueva etapa incorporando perfiles y apoyos provenientes de diferentes sectores, con el objetivo de recuperar la fuerza de la unidad y devolver a los ciudadanos la confianza en las instituciones catalanas”.
Los pragmáticos, apartados
De forma discreta, desde el ámbito independentista se reconoce el golpe de mano del político de Waterloo en tomar el control de las listas. Se reivindica de esta forma como máximo líder del partido y aplaca las voces que pedían desde hacía meses recuperar el alma convergente tradicional o, lo que es lo mismo, templar gaitas ante una nueva eventual pugna identitaria en Cataluña. El espacio ocupado por los pragmáticos que tomó oxígeno tras el apoyo a la investidura de Pedro Sánchez.
Pero la propuesta electoral de Puigdemont discurre en el sentido contrario. Así lo remarcó en su puesta de largo en Elna, cuando el expresidente prometió que regresará al Parlament por la puerta grande si consigue los apoyos para ser ungido de nuevo presidente de la Generalitat.
Y su plan está claro: continuar con el envite de 2017. O, como mínimo, esta es la propuesta que ha lanzado ante unos comicios donde el espacio independentista tendrá más competencia que nunca.
Marcar distancias con Sílvia Orriols
El independentismo de ultraderecha que representa Sílvia Orriols, la líder de Aliança Catalana, pide paso en el Parlament y ha enarbolado la bandera del “verdadero independentismo”. Puigdemont confía en su figura para aplacar este mensaje, tomar carrerilla y convertirse de nuevo en el líder de la formación más votada de este ámbito.
Y, para ello, apuesta por la “transversalidad” de esta candidatura electoral que va más allá de su partido. La lista está abierta a otros grupos y perfiles independentistas y la formación no ha desaprovechado la oportunidad para lanzar otra pulla a ERC.
Pullas a ERC
En el mismo comunicado, los neoconvergentes lamentan que los de Pere Aragonès rechazaran el proyecto de “lista unitaria” para el 12M. La misma con la que Puigdemont sacó pecho ayer en Perpiñán (Francia) junto a otras siete formaciones independentistas menores que orbitan alrededor de su partido - Estat Català, Alternativa Verda, Reagrupament, Moviment d'Esquerres de Catalunya (MESCat), Demòcrates, Joventut Republicana de Lleida y Acció per la República-. Es decir, la oportunidad perfecta para escenificar que su candidatura va “más allá de las siglas” del partido.
El llamado Acuerdo de Vernet es también una baza del partido para espantar el fantasma de la abstención.