La inesperada convocatoria a Major de Mossos d’Esquadra, el máximo rango policial catalán, a las puertas de unas elecciones autonómicas ha provocado malestar entre los sindicatos, que acusan al Departamento de Interior de la Generalitat de Cataluña de crear una plaza "a medida" para el actual comisario jefe, Eduard Sallent, en un intento de "politizar" el cuerpo.
La organización sindical mayoritaria, el Sindicato Autónomo de Policía (SAP-FEPOL), y el Sindicato de Mossos d’Esquadra (SME-FEPOL), como ya había hecho anteriormente USPAC, han llevado el caso a los tribunales. El jueves, tras analizar las bases detenidamente con sus equipos jurídicos, impugnaron la convocatoria mediante un recurso contencioso administrativo al entender que el proceso no se ha hecho con transparencia.
No hay requisitos
Los tres sindicatos alertan de que el único requisito que recoge la convocatoria es presentar un formulario de solicitud dentro del plazo estipulado y aportar la acreditación de un pago de la tasa de inscripción. "No se indica la necesidad de aportar ningún currículum, así como tampoco la realización de ninguna prueba o entrevista para que los participantes puedan acreditar que disponen de los conocimientos y las aptitudes de idoneidad suficientes como para poder ocupar esa plaza", el máximo rango dentro de la organización. Según los sindicatos, la consejería no se ha molestado en especificar estos criterios porque la plaza ya tiene nombres y apellidos.
También es llamativo que, cuando se comunicó a los mandos que habría un segundo Major en el cuerpo, el día 6 de marzo, se planteó como un proceso que quedaría resuelto antes de las elecciones autonómicas, en aquel momento fijadas para 2025. Sin embargo, una semana después, el 13 de marzo, Aragonès anticipó la cita electoral al 12 de mayo de 2024, ante la imposibilidad de sacar adelante los presupuestos.
Esto provocó una reacción de Interior: tan sólo cinco días después, el 19 de marzo, en medio de las protestas de las prisiones de Cataluña, que acaparaban toda la atención de la prensa, la convocatoria a Major fue publicada en el Diario Oficial de la Generalitat (DOGC), el último en el que el Govern podía desarrollar su actividad legislativa antes de disolverse.
Crecimiento "a todos los niveles"
A preguntas de Crónica Global, desde Interior defienden que el proceso administrativo comenzó "semanas antes" de comunicarlo a los mandos, aunque sin precisar las fechas, y aseguran "nadie podía prever" que habría un adelanto electoral. El avance de los comicios, aseguran estas fuentes, les pilló con el pie cambiado y decidieron no paralizar el proceso, que, sostienen, ha seguido su curso normal.
Las mismas voces defienden la "necesidad" de publicar esta plaza, ahora alegando que, en un escenario en el que el cuerpo pasará de los 17.000 a los 22.000 agentes, necesita crecer también en número de mandos, y no sólo en su base. "Se tienen que sacar nuevas plazas a todos los niveles, en el nivel máximo creemos que también", explican. Además, deslizan que el organigrama del cuerpo ya preveía que hubiese dos figuras de Major.
El mismo Govern que relegó a Josep Lluís Trapero, hasta ahora único Major del cuerpo de Mossos d’Esquadra, a la realización de tareas administrativas en la comisaría de Les Corts, imposibilitándole de ejercer como máxima autoridad desde diciembre de 2021, se apresura ahora a convocar una segunda plaza por considerar que es una figura "necesaria".
"El gasto es lo de menos, es muy poco significativo", expresan con relación a lo que supondrá a las arcas públicas el salario de un nuevo Major en un contexto en el que las bases no cobran la nocturnidad desde hace ya nueve meses.
"Alguien de su cuerda"
Pero lo que más escama a los sindicatos es que Interior lo ha hecho a las puertas de unos comicios en los que las encuestas dan la victoria al PSC. Voces consultadas señalan que este "movimiento extraño" responde a la voluntad de ERC de dejar como máximo responsable del cuerpo a "alguien de su cuerda", que dista mucho de la de Trapero, antes de perder la consejería.
De hecho, a preguntas de este medio, desde Interior reconocen ser conscientes de que a los del PSC "se ve que les gusta mucho Trapero" como jefe del cuerpo.
Las bases prefieren a Trapero
Y no sólo a los socialistas. En las últimas horas, la cuenta de Instagram A totes les unitats, perfil policial progresista y feminista que aglutina en redes sociales a más de 11.600 seguidores, en su mayoría mossos, ha preguntado a sus followers a quién prefieren como jefe del cuerpo. En esta consulta han votado más de 5.300 usuarios, según han confirmado las responsables del perfil a este medio, entre los que figuran el director general de la Policía, Pere Ferrer, otras personas vinculadas a Interior, así como aspirantes y agentes, aunque sin entrar a especificar el sentido de su voto.
El apoyo a Trapero, dos años después de haber sido apartado por ERC por "falta de confianza", sigue siendo aplastante: el 80% quiere que el Major vuelva a liderar la operativa de Mossos d’Esquadra, seguido de un 8% que prefiere que sea una mujer, la comisaria Rosa Bosch. En último lugar, con un discreto 6% cada uno, empatan en número de votos los comisarios Eduard Sallent y Josep Maria Estela.
Una "disfunción" en el cuerpo
La Consejería de Interior no es ajena a este hecho y, aunque niega que pretenda "blindar" a su apuesta, Eduard Sallent, reconoce que esta convocatoria a Major podría acabar con "la disfunción que hay en el cuerpo".
La nueva plaza de Major, añaden, "tiene sentido" porque en la estructura de Mossos d’Esquadra hay una "incongruencia": hay un Major [Trapero] que no ejerce como jefe del cuerpo y jerárquicamente no puede depender de la estructura policial.
El problema de fondo, subrayan, es que "Sallent jerárquicamente no puede mandar a Trapero, porque un comisario no puede dar órdenes a un Major, por eso Trapero no está en la estructura policial: como jerárquicamente es incompatible, tiene que estar en una unidad que no dependa del comisario jefe, Eduard Sallent, sino del director de la policía, Pere Ferrer, por eso está en la División de Evaluación de Servicios (DAS)", confiesan. Una incongruencia que, "nombres al margen", podría quedar solucionada con esta nueva plaza.
Niegan que pretendan blindarlo
Siguiendo esta argumentación, uno de los pocos candidatos, si no el único, que sopesan para este puesto es Eduard Sallent, pues si saliese elegido otro comisario como Major del cuerpo que no fuese él, la disfunción no sólo no se solucionaría, sino que se agudizaría, pues el actual jefe del cuerpo quedaría supeditado no a un Major, sino a dos. "Eso es entrar en especulaciones, en suposiciones, en ese caso quizás este nuevo Major tendría que ser el jefe del cuerpo", responden desde Interior a este planteamiento.
Además, sostienen que el hecho de nombrarlo Major no serviría para "blindarlo". Sin embargo, no es ningún secreto que si otro Gobierno tomase las riendas y apartase a Sallent, como ERC hizo en su día con Trapero, en la conocida como purga de Mossos, el hoy comisario jefe mantendría sus privilegios, como sucede con el actual Major. Además, Sallent ya no quedaría supeditado a nadie jerárquicamente, sino al mismo nivel que Trapero, ocupando también el máximo rango, en caso de que este volviese a tomar las riendas de la operativa del cuerpo.
Niegan haber hablado con Sallent
Sobre el revuelo causado y la impugnación de los sindicatos, aseguran que "entra dentro de la lógica", pues hace ocho años, "cuando parecía que se hacía a dedo con Trapero, también impugnaron el proceso". "Es lógico que la oposición critique, que los sindicatos lo recurran y que digan que es partidismo".
Preguntados sobre si Eduard Sallent se presentará a la convocatoria, sobre la que los sindicatos han pedido que se apliquen medidas cautelarísimas para suspender el proceso hasta que se aclare si se enmarca dentro de la legalidad, dicen desconocerlo. "Ni idea. No hemos hablado sobre esto con él, no vamos preguntando a los comisarios si se presentarán o no", aseguran.
Ha sido el propio Sallent el que ha resuelto el misterio: "Es un acto de responsabilidad presentarse" al proceso, ha precisado durante una entrevista en El Periódico. "Me confiaron la responsabilidad de liderar el cuerpo de Mossos con un equipo de comisarios. Se presenta una plaza de Major y, por tanto, por coherencia, me presentaré", ha anunciado. Aunque entre ellos no han hablado sobre esto, el actual jefe del cuerpo, al igual que la Consejería de Interior también entiende que, si sale elegido, "puede dar estabilidad en la gestión de la organización”.
Las presuntas injerencias en casos de corrupción
La figura de Sallent se ha visto envuelta en polémica. Tras la purga de Mossos d’Esquadra, el intendente Toni Rodríguez atribuyó su cese al frente de la División de Investigación Criminal (DIC) a un castigo político y acusó a Sallent de injerencias en la investigación contra el exconseller de Interior Miquel Buch, que ya estaba judicializada.
El intendente sostiene que, mediante terceras personas, Sallent intentó obtener una copia de las diligencias, aunque se habían declarado secretas. Estas presuntas presiones llevaron a Rodríguez a pedir amparo al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) para proteger las investigaciones por corrupción contra miembros del Govern. Es más, como avanzó El País, la unidad de anticorrupción llegó a investigar estos casos fuera de los servidores de los Mossos d’Esquadra después de que el gabinete de Sallent presuntamente solicitase acceso a las investigaciones confidenciales.
El año pasado, Toni Rodríguez solicitó a la Comisión de Garantía del Derecho de Acceso a la Información Pública que instase a la Consejería de Interior a entregar los correos electrónicos en los que personas cercanas a Sallent dentro del cuerpo pedían acceso a esta información secreta. En diciembre de 2023, el organismo le dio la razón al exjefe de la DIC, pero, según ha podido saber Crónica Global, por el momento, Interior no ha entregado estos correos, incumpliendo los plazos. Aunque todavía no se ha esclarecido, Interior mantiene la apuesta por su caballo ganador.