Pablo Martínez, sobrino de Núria L., la cocinera de la cárcel de Mas d'Enric asesinada por un preso, durante las protestas en plaza Sant Jaume

Pablo Martínez, sobrino de Núria L., la cocinera de la cárcel de Mas d'Enric asesinada por un preso, durante las protestas en plaza Sant Jaume GALA ESPÍN CRÓNICA GLOBAL

Política

La familia de Núria, la cocinera asesinada en la cárcel de Tarragona, estalla contra el Govern

Los allegados piden la dimisión de la 'consellera' de Justicia y del secretario de Medidas Penales por no garantizar su seguridad y afean que hayan culpado de la tensión en las cárceles a sus compañeros

20 marzo, 2024 13:52

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Los funcionarios de prisiones mantienen el pulso al Govern de la Generalitat una semana después del crimen de Núria, la cocinera de Mas d'Enric asesinada a manos de un preso. Este miércoles, cientos de trabajadores se han congregado frente al Palau de la Generalitat, en la plaza Sant Jaume de Barcelona, para pedir "justicia" por su compañera. También han acudido familiares de la fallecida, que han estallado contra el Govern.

Pero las protestas no solo son para pedir "justicia", sino para exigir, una vez más, que los responsables del Departamento de Justicia asuman responsabilidades. Solicitan como condición sine qua non para parar las protestas -que el lunes provocaron que más de 4.000 internos estuviesen todo el día encerrados en sus celdas- que tanto la consellera de Justicia, Gemma Ubasart, como el secretario de Medida Penales, Amand Calderó, presenten su dimisión.

Una pancarta frente al Palau de la Generalitat por el asesinato de Núria, cocinera de Mas d'Enric

Una pancarta frente al Palau de la Generalitat por el asesinato de Núria, cocinera de Mas d'Enric GALA ESPÍN - CG

"Nadie garantizó su seguridad"

El sobrino de Núria, Pablo Martínez, ha clamado que lo único que buscan es "justicia". "Le han quitado la vida injustamente, no ha tenido una muerte digna porque nadie ha garantizado su seguridad en su puesto de trabajo", ha expresado frente a los medios de comunicación. 

Sin entrar en detalles sobre el punto en el que se encuentra la investigación sobre el crimen de su tía, Pablo ha afeado a la consellera que en sus últimas intervenciones públicas haya culpado a los compañeros de la fallecida de la tensión de los últimos días en las cárceles catalanas. "No voy a consentir que las personas responsables os culpen a vosotros, que lucháis en su honor y en su nombre".

De hecho, una de las trabajadoras ha aprovechado para recordar que, ayer, ya con las celdas abiertas y la situación normalizada en las cárceles, una batalla campal entre presos acabó con cuatro funcionarios heridos en la prisión de Ponent (Lleida). 

Sólo negociarán si hay dimisiones

El sobrino también se ha dirigido a los responsables políticos que, siete días después del salvaje asesinato, siguen sin asumir su responsabilidad. "Dicen que es de cobardes irse, pero de cobardes es no sentir rabia por la muerte de sus trabajadores. Lo que no es responsable ni valiente es seguir en tu cargo". 

Los funcionarios, arropados por la familia de Núria, se han cerrado en banda a negociar el fin de las protestas si no hay dimisiones sobre la mesa. Sólo así podrá cambiar el sistema de prisiones. Esto, ha expresado el sobrino de la trabajadora asesinada, la enorgullecería. "A ella la han callado, pero a mí no me va a callar nadie. La voy a defender hasta que me quede sin voz", ha expresado su sobrino. 

Cinco minutos de silencio

A renglón seguido, los funcionarios han abierto un pasillo en la plaza para que la familia, lejos de los focos, hiciese una ofrenda floral a Núria en la puerta del Palau de la Generalitat. Después, todos sus compañeros han guardado cinco minutos de silencio, rotos por los aplausos y por los gritos de "Todos somos Núria". 

"Estamos muy dolidos y muy apenados con su pérdida", reconocían sus compañeros en corrillos, visiblemente afectados. Sin embargo, aseguraban que les quedan fuerzas para manifestarse. "No vamos a abandonar a Núria: su fuerza es nuestra fuerza, no vamos a parar".