El Govern sigue con su campaña para promocionar el catalán en todos los ámbitos. En plena emergencia por sequía, el gobierno de ERC ha anunciado una inversión de 1,5 millones de euros para formar en esa lengua a 2.700 profesionales de la salud del sistema sanitario público con el objetivo de mejorar la atención al paciente que prefiera ser atendido en catalán.
Así lo han anunciado los consellers Roger Torrent, del Departament d'Empresa i Treball, y Manel Balcells, de Salut, en una rueda de prensa en la que también han vendido "un plan general sobre el catalán en el sistema de salud" que se presentará en el futuro.
Denuncias de los pacientes
“No hay día que no recibamos una queja de alguien que no ha sido atendido en catalán”, ha asegurado Balcells. El conseller ha reconocido como un problema el hecho de que esta lengua “se utilice poco en el sistema sanitario” y que, pese a que la Generalitat se compromete con el derecho del paciente de ser atendido en cualquiera de las dos lenguas oficiales, la conselleria ha sido “laxa” a la hora de exigirlo a los profesionales.
Así, la conselleria baja la cabeza ante la lista negra de sanitarios perseguidos por Plataforma per la Llengua, la autodenominada ONG del catalán que denuncia públicamente a los médicos que no usan esta lengua para expresarse. La entidad ultra ha denunciado en el último año casos como la enfermera andaluza del Hospital Vall d’Hebrón que se hizo viral en redes sociales por negarse a sacarse “el puto C1” de catalán para opositar.
El catalán es obligatorio
Actualmente, todas aquellas personas que quieran optar a una plaza fija en el sistema sanitario catalán deben acreditar el nivel C1 del marco europeo en esta lengua, un reconocimiento que los escolares catalanes obtienen de manera directa al terminar la Educación Secundaria Obligatoria (ESO).
Para el resto, Balcells ha asegurado que “hay el tiempo y los medios para aprender” mientras se encuentren en situación de interinidad o cubran una sustitución y así “hacer cumplir la legislación vigente”. Sin embargo, también ha reprochado que “la gente que hace tiempo que está aquí y no habla catalán, debería conocerlo”.
Asimismo, ambos consellers han remarcado el carácter voluntario de acceder a este curso y que, mientras se trate de profesionales sin plaza fija, “no se fiscalizará a nadie”. Si bien es una evidencia que cada vez existen más casos de acoso a los castellanohablantes dentro del ámbito sanitario y en otros.
Se hará “preferentemente” en horario laboral
Los profesionales que quieran acceder a este curso, que se hará de manera virtual, podrán hacerlo “preferentemente” en horario laboral, pese a que no se ha detallado una posible reducción de horas de atención al paciente para poder cumplir con las cien horas que exige la formación.
El curso, que empezará en marzo y terminará en noviembre y que se ha adaptado al lenguaje sanitario, dividirá a los profesionales en tres niveles (B1, B2 y C1), según sus necesidades lingüísticas y, tras superarlo se obtendrá un certificado expedido por el Consorci per a la Normalització Lingüística.
Cada uno de estos niveles cuenta con 900 plazas, de modo que sólo un tercio de los profesionales que se apunten a la iniciativa podrá obtener un título que posteriormente le permita acreditar un conocimiento de la lengua suficiente para poder optar a la plaza fija.