El Síndic de Barcelona ha afeado a los Mossos d'Esquadra que arrebaten las competencias de narcopisos a la Guardia Urbana, como avanzó este medio. La oficina de David Bondia ha alertado de que "es perjudicial para la ciudadanía" que la policía catalana arrebate a la municipal las investigaciones de salud pública.
En un comunicado, el Síndic ha alertado de que la crisis abierta por la comisaria jefe de laa Región Policial de Barcelona, Montserrat Estruch, podría conllevar una "proliferación de delitos contra la salud pública" en la Ciudad Condal. Es así porque si solo Mossos combate los narcopisos, habrá una "pérdida de efectivos policiales" dedicados a investigar estos tipos penales.
"Colaboración"
En este contexto, el Síndic apela a la "fórmula colaborativa" de lucha contra los pisos de narcos en la Ciudad Condal. Las investigaciones conjuntas han dado como resultado el cierre de 400 pisos de tráfico de estupefacientes, una "media de un narcopiso a la semana".
De hecho, la "colaboración" entre ambos cuerpos está establecida desde 2004, cuando Generalitat de Cataluña y Ayuntamiento de Barcelona llegaron a un entendimiento para el trabajo policial conjunto.
Estruch deja a la Urbana 'colgada'
Ello se ha terminado recientemente, como explicó Crónica Global el 13 de enero. La nueva comisaria de Mossos de la Región de Barcelona ha comunicado a la Urbana de que las investigaciones de salud pública las pilotará solo la policía catalana.
Ello pese al déficit de efectivos que tiene este cuerpo de seguridad en Barcelona. Y pese a que la Urbana cuenta con mucha experiencia en la lucha contra los narcos en el núcleo antiguo de Barcelona.
Descontrol
El contexto de este cisma entre policías es la consolidación de algunos apartamentos de la droga en el corazón de la segunda mayor ciudad española. Uno de ellos, por ejemplo, el de carrer d'en Roig número 8, un bloque semiokupado, atormenta a los vecinos, hasta el punto de que algunos de ellos se han comenzado a organizar y a señalar a Rashid, el presunto narco que lo opera.
El trasfondo de la cuestión es el enquistamiento de los narcopisos en algunos barrios de Ciutat Vella. Se trata de unidades okupadas en las que los narcos se atrincheran para vender estupefacientes. Cuando les echan de uno, irrumpen en otro. Y así sucesivamente.