El Sindicato Unificado de Policía (SUP) mueve ficha para evitar que el Gobierno central traspase las competencias en materia de inmigración a la Generalitat de Cataluña y retire así una de las pocas funciones que desempeña en la actualidad la Policía Nacional en la comunidad autónoma. Además, ha ido un paso más allá y ha pedido a la Unión Europea que fiscalice este pacto.
En una carta urgente enviada este jueves al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el sindicato mayoritario pide protección para el cuerpo policial, “que no falte en sus obligaciones y que defienda a la Policía Nacional sobre la que ejerce el mando”.
Piden amparo a la UE
En paralelo, el SUP se ha dirigido a la Comisaria Europea de Asuntos de Interior de la UE, Ylva Johansson, para solicitar amparo ante el “riesgo extremo” que interpretan que el traspaso supondrá para la seguridad de las fronteras del Estado español.
“No podemos ir en contra de la dinámica de la Unión Europea, que trata de asumir y de centralizar mayor competencia en materia de extranjería y fronteras y es ahí a donde debemos dirigir nuestros ojos, con las acciones coordinadas desde los países miembros para una mayor salvaguarda de los intereses. Una disgregación interna en España corrompe el espíritu europeo”, denuncia.
La "casi desintegración" del CNP en Cataluña
El sindicato denuncia que ceder las competencias de inmigración a la Generalitat no solo es “un retroceso” sino que, además, supone la “casi total desintegración” de la Policía Nacional en Cataluña.
Por eso, anuncian que tomarán una posición “firme y contundente” para impedir el desmantelamiento del cuerpo y para evitar el mercadeo de las competencias de seguridad a cambio de votos.