El debate sobre la inmigración se ha convertido en uno de los nuevos caballos de batalla del secesionismo catalán. El acuerdo entre el PSOE y Junts per Catalunya (JxCat) para ceder competencias a la Generalitat en esta materia -algo que choca con el artículo 149 de la Constitución, que dice que es una responsabilidad "exclusiva" del Estado- ha generado malestar, y evidenciado los postulados de la formación posconvergente. Aunque por ahora se desconocen los detalles -pues se tendrá que desarrollar en una ley-, varios de sus dirigentes han reconocido ser partidarios de imponer más regulaciones a la inmigración y expresado su deseo de gestionar los permisos de residencia. Asumiendo "desde temas lingüísticos a temas fronterizos", según palabras de la presidenta de Junts Laura Borràs.
Desde ERC, partido que preside la Generalitat, también se han pronunciado algunas voces. Tal ha sido el caso de Oriol Junqueras, indultado por el procés, que en sus redes sociales ha publicado este mensaje: "Abrazar los discursos de extrema derecha que criminalizan a las personas migrantes, lejos de resolver las situaciones de pobreza y exclusión, ponen en riesgo la cohesión social, un país compartido con todos los que viven en él y la incorporación al proyecto nacional. Nos jugamos mucho", ha manifestado el dirigente nacionalista.
Cabe recordar que, en 2008, Junqueras publicó un polémico artículo en el diario El Punt Avui en el cual aludía a un estudio sobre las supuestas similitudes y diferencias genéticas de los países de Europa. Y que le llevaba a la conclusión de que “los catalanes tienen más proximidad genética con los franceses que con los españoles; más con los italianos que con los portugueses; y un poco con los suizos. Mientras que los españoles presentan más proximidad con los portugueses que con los catalanes y muy poca con los franceses". Algo que le parecía “curioso”.