Las enfermeras catalanas siguen en pie de guerra contra el Departamento de Salud, mantienen la huelga y aprecian actitudes machistas en el conseller Manel Balcells, pues ha puesto como condición que estas profesionales detengan los paros para reunirse con ellas, algo que no pidió cuando fueron los médicos los que interrumpieron su actividad laboral para exigir mejoras.
En un mensaje en la red social X, el sindicato minoritario Infermeres de Catalunya ha respondido así a la entrevista que Balcells concedió a la ACN, y en la que puso encima de la mesa que la manera de encontrar un "espacio de diálogo adecuado" y "abordar las reivindicaciones" de las enfermeras era que, primero, ellas desconvocasen la huelga.
"Con los médicos negoció enseguida"
"Vemos que el trato [de la consejería] es diferente cuando la huelga la convocan los médicos", comienzan ellas su mensaje, antes de añadir: "Con ellos no practicó el chantaje y se sentó a negociar desde el primer momento". "Esperemos que el motivo no sea que somos enfermeras y mujeres... porque esto tiene otro nombre", insinúan.
Para terminar, le dicen a Balcells que "la huelga continúa", y que las reglas las ponen ellas: "Primero hablamos y después decidimos desconvocar la huelga, si llegamos a un acuerdo".
Desde el 12 de diciembre
Infermeres de Catalunya inició una huelga indefinida el pasado 12 de diciembre para protestar contra la firma del tercer convenio del Instituto Catalán de la Salud (ICS), que consideran “discriminatorio” hacia su colectivo.
En este contexto, una semana después del inicio de la huelga, un millar de enfermeras pidió la dimisión de Balcells ante la Generalitat. Ahora ha pasado otra semana, y nada ha cambiado por el momento.
Sea como sea, la huelga está repercutiendo de forma especial en los ambulatorios, justo en un momento de infecciones y problemas respiratorios.