La asociación Somescola, que integra a una sesentena de entidades de familias y profesores, ha organizado una ofensiva contra la misión europea que estos días examina el modelo educativo en Cataluña. Precisamente, cuando este está más en cuestión que nunca por los desastrosos resultados de los exámenes PISA.
La entidad, que se alinea a la tesis del Govern que habla de "modelo de éxito", ha entregado un informe de defensa de la inmersión lingüística a los eurodiputados, a los que acusan de estar politizados por la derecha. En dicho documento, traslada a la delegación europea que “la escuela catalana no discrimina ni perjudica al alumnado castellanohablante ni migrante”.
El acto de presentación del informe ha corrido a cuenta de las presidentas de asociaciones de familias Patricia Sarrias (FAPAES), Belén Tascón (AFFAC) y Mar Plà (CCAPAC), arropadas a su vez por perfiles variopintos; destaca por ejemplo Dolors Llobet, representante sindical de CCOO en Caixabank.
Pone en cuestión la lengua materna
Para sostener su posición, el informe destaca que el 20% de los alumnos no tiene ningún contacto con el catalán fuera del colegio, y que la mayoría no socializa en esta lengua, que es su idioma materno. Algo que, aseguran, la inmersión lingüística “compensa al garantizar que todo el alumnado aprenda a comunicarse” también en catalán sea cual sea su procedencia o lengua familiar.
El texto también recoge los resultados de los exámenes de competencias básicas de cuarto de la ESO (y que organiza la propia Generalitat). Estos arrojan notas de 74,9 y 76,3 en catalán y castellano, “a pesar de que el 50,4% de los estudiantes no tiene el catalán como lengua familiar”. También que la inmensa mayoría aprueba en competencia oral en ambas lenguas.
Aseguran que el catalán despierta "consenso de país"
Además, se hacen eco del análisis del Centro de Estudios de Opinión (CEO), también dependiente de la administración catalana, para el que el 78% de la población cree que “el uso del catalán en la enseñanza es adecuado o se debería aumentar”.
Los encargados del informe también han trasladado a los eurodiputados “el gran consenso de país” que aseguran que existe alrededor de la escuela catalana, “absolutamente transversal” tanto en esferas educativas, como sociales y políticas. De hecho, reivindican mantener el protagonismo del catalán en las aulas para no replicar la “diglosia” que favorece al castellano fuera de los colegios.
Desvinculan el desastre de PISA de la inmersión lingüística
Para Somescola, la inmersión lingüística no ha provocado el suspenso del alumnado catalán en los exámenes PISA, que los sitúan por debajo de la media en matemáticas, en ciencia y en lectura, tanto en España como en Europa. Las familias y profesores que integran la asociación acusan a la misión europea de aprovecharlo con clara “intencionalidad política”; en este sentido, recuerdan que la delegación la forman el PP, Ciudadanos y Vox, entre otros grupos políticos de la derecha europea.
“Intentan imponer por la vía judicial y mediática el modelo que no han podido imponer de forma democrática”, insiste la asociación. Las mismas voces también acusan a los eurodiputados de reunirse solo con familias contrarias a la inmersión, “excluyendo deliberadamente las federaciones de familias de la escuela pública que no tienen ningún tipo de problema con el catalán en el colegio”.
Mesa de partidos para revertir el suspenso
Mientras tanto, esta misma tarde, se celebra una mesa de partidos con la presencia de ERC, Junts, PSC, Comunes, Cs, PPC y CUP. Esta es solo una primera reunión y no se esperan grandes acuerdos este martes; "No se trata de resolver en dos horas los problemas de estos meses, sino abordar la cuestión de forma estructural a largo plazo", en palabras de Patrícia Plaja.