Salvador Illa es uno de los barones más fuertes que tiene Pedro Sánchez. Por eso, no sorprende la presencia de cargos del PSC en el sottogoverno --los altos niveles de la Administración-- de un Ejecutivo que ha echado a andar hace apenas unas semanas. Los socialistas catalanes se han llevado un 10% de puestos del Congreso de los Diputados. Tendrá dos presidencias de comisión, diez portavocías y cuatro portavocías adjuntas.
Estas cifras tienen sentido. Sobre todo, si se tiene en cuenta que el PSC, especialmente desde la etapa de Illa, lleva años regalando a Sánchez grandes noches de victoria electoral, compensando los disgustos que han venido sucediéndose en otras partes de España. Sobre todo, a partir de la moción de censura en Murcia en 2021, a la que le siguieron varias derrotas que hicieron peligrar un nuevo mandato de Sánchez.
Si el socialista ha validado su mandato es gracias --en parte-- a los buenos resultados que el PSC obtuvo en Cataluña, donde llevan a cabo una política de diálogo que ha desinflado al independentismo.
Una importante representación
El PSC se ha hecho con una importante representación en la Cámara Baja. El diputado por Barcelona, Francisco Aranda, será el portavoz de Justicia; Montse Mínguez (Lleida), de Presupuestos; Valle Mellado (Tarragona), de Formación Profesional; Amador Marqués (Lleida), de Deportes; Sonia Guerra (Barcelona), de Derechos Sociales; Arnau Ramirez (Barcelona), de Cambio Climático; Marc Lamuà (Girona), de Cultura; Ignasi Conesa (Barcelona), de Vivienda; Lidia Guinart (Barcelona), de Violencia de Género; Ferran Verdejo (Barcelona), de Calidad Democrática; Carmen Andrés (Barcelona), para el Estudio de los Problemas de las Adicciones.
Además, se llevan dos presidencias de las comisiones Constitucional y de Seguimiento y Evaluación de los acuerdos del Pacto de Toledo, con José Zaragoza y Mercè Perea, respectivamente. A esto se le suma otros puestos de gran relevancia política y mediática. El exministro de Cultura, Miquel Iceta, será el nuevo embajador de España en la Unesco; mientras que la exportavoz en el Senado y exdiputada en el Parlament, Eva Granados, pasa a secretaria de Estado de Cooperación Internacional.
Estos nombramientos demuestran que las redes de influencia del PSC van más allá del Consejo de Ministros y de la política doméstica. Son dos cargos de proyección internacional a los que hay que sumar figuras de peso en Europa, como la de Josep Borrell como Alto Representante en un momento en el que la guerra de Ucrania y el conflicto entre Israel y Palestina están definiendo la política internacional de los estados miembros de la Unión Europea y marcando buena parte de la agenda mediática.
El próximo objetivo: la Generalitat
Estos nombramientos confirman la tesis de que el PSC mantiene su influencia sobre el proyecto de Sánchez y una amplia representación, incluso con un ministerio menos que ha caído en manos del exalcalde de Barcelona, Jordi Hereu, de Industria. El objetivo era evitar el desgaste en primera línea en la que será la legislatura de la amnistía.
Así pues, los de Illa aumentan visibilidad y recursos en el Congreso, a lo que se debe sumar la fuerte implantación institucional en Cataluña con ayuntamientos, instituciones, consejos comarcales y, está por ver, si el Govern de la Generalitat.
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