Tensión en Junts per Catalunya (JxCat) por el enfrentamiento entre dos de sus figuras más representativas. La presidenta del Parlament, Anna Erra, ha comunicado este jueves a la secretaria segunda de la Cámara, Aurora Madaula, su pérdida de confianza en ella tras unas declaraciones de esta última en las que insinuaba la existencia de machismo en la formación posconvergente. Unas palabras que han molestado en el partido y a la exalcaldesa de Vic, quien ha abierto a Madaula la puerta a su posible salida de la Mesa.
Así lo sostienen fuentes de la presidencia del Parlament, después de que Erra y Madaula se reunieran este jueves por la mañana durante unos 40 minutos para analizar la situación e intercambiar opiniones.
Acusación de "violencia machista"
En esa reunión, Erra -dirigente cercana al secretario general de Junts, Jordi Turull- le ha trasladado a Madaula -diputada afín a la inhabilitada Laura Borràs y su entorno- su pérdida de confianza en ella. Razón por la cual le ha invitado a "reflexionar" sobre su continuidad en la Mesa, donde ambas son colaboradoras. Algo que, pese a todo, no implica que la cuestione ni que tenga que dejarla.
La polémica se originó la semana pasada a raíz de una intervención parlamentaria de Madaula, en la cual ésta sugirió que existe machismo en Junts, sin dar nombres y visiblemente emocionada: "Violencia machista es llevar el lazo violeta, manifestarte, mientras en el mismo momento impones el machismo en tus organizaciones, instituciones, entornos laborales o familiares", manifestó
Las palabras de Madaula han generado malestar en un sector de Junts, hasta el punto de que su secretariado permanente trató el tema en una reunión el pasado fin de semana. En ella se habló sobre su continuidad o no como vicepresidenta de Junts y como miembro de la Mesa del Parlament. Un dilema que, ahora, se elevará también a la comisión de garantías del partido, después de que diputados y cargos de la formación secesionista promovieran un escrito en su contra.
Malestar en las filas posconvergentes
Madaula, diputada célebre por su discurso ultranacionalista y en ocasiones rayano en la hispanofobia, suscita recelos en el seno de Junts. Su acusación de machismo no ha sido, de hecho, el único motivo de tensión con ella en las últimas semanas. Así, por ejemplo, también sorprendió su decisión de firmar una declaración del Parlament sobre el derecho al aborto en Andorra -país en el cual no es legal-, sin haberlo consensuado antes con su formación. Algo que también derivó en un choque interno.