Junts ha pasado de rechazar el diálogo con los "partidos del 155" a pactar la ley de amnistía a cambio de la investidura de Pedro Sánchez. Unos virajes que, por activa y por pasiva, tratan de justificar asegurando que sus condiciones son mucho más exigentes que las que impuso ERC al PSOE hace cuatro años. "La vía unilateral y la negociación son compatibles, dependen del contexto", ha expresado el eurodiputado y exconsejero de Sanidad fugado, Toni Comín.
El mismo que hace unos meses defendía la confrontación con el Estado y retomar el procés "donde se dejó el 27 de octubre de 2017" en un manifiesto del Consell de la República, ahora asegura que no son caminos contradictorios. "El Preparem-nos era en un momento en el que veíamos que obtener frutos por la vía de la negociación eran nulas. No hay contradicciones, es en función del contexto que se prioriza una u otra", ha agregado.
No renuncia a la unilateralidad
En una entrevista en Cafè d'idees de Ràdio 4 y La 2, Comín ha vuelto a insistir en que Junts no ha renunciado a la vía unilateral. Así, trata de justificarse de nuevo ante aquellos que ven una "humillación" que los de Carles Puigdemont hayan cedido sus siete votos para investir a un presidente español. Entre ellas, la eurodiputada Clara Ponsatí.
Pero, pese a su afán por evitar ser tildados de botiflers, a nadie se le escapa que en Junts ha ganado el sector pragmático al radical, conscientes de que para alcanzar mayores cuotas de poder y sobrevivir como organización política, es imprescindible llegar a acuerdos con el resto de formaciones.
Comín también ha cargado contra Esquerra Republicana. Ha acusado al president de la Generalitat, Pere Aragonès, de priorizar "los intereses partidistas" a la negociación. "Disimula mal. Lo que le preocupa no es el éxito de la negociacion, sino el protagonismo de ERC en las negociaciones con el PSOE", ha espetado.