Dos deberes: proteger a los enjuiciados y reconstruir el partido en Cataluña. Estas son las metas de la ultraderecha catalana en su cita anual del 12 de octubre, Día de la Hispanidad, en la montaña de Montjuïc de Barcelona. Los radicales impulsarán esta estrategia con el desembarco de la cúpula de Democracia Nacional (DN) de Madrid, pues la catalana está desactivada por los casos del acoso a la mezquita de la calle Japón de la Ciudad Condal y un encontronazo xenófobo en Sant Feliu de Llobregat.
Lo explican fuentes policiales en conversación con este medio, precisando que en el 12-O en Montjuïc, un encuentro anual del llamado espacio patriota -por ultra-, se espera la presencia de Pablo Lucini, responsable nacional de Democracia Nacional Joven (DNJ), y del célebre Pedro Chaparro, secretario general de la fuerza extremista y uno de los condenados por el asalto al Centro Cultural Blanquerna en Madrid.
Los catalanes, perfil bajo
En cambio, las mismas fuentes "no esperan" la presencia de los históricos militantes del partido en Cataluña. Estos son, sobre todo, Albert Bruguera; su pareja, Alba Sánchez; y Antonio Castellón, el militante plus ultra autonómico conocido por tener tatuada una esvástica en el torso. "Evitarán el foco para no sumar más causas a las que ya tienen", explican voces de los cuerpos de seguridad.
Por el contrario, sí se cuenta con la presencia de los citados Lucini y Chaparro, además de Gonzalo Martín, vicesecretario de Exteriores de DN, e Ignacio Casado, vicepresidente de la fuerza y presidente de Movimiento Sindical Vertical y Movimiento Imperial Hispano. Este último, según las mismas voces, representa a la "parte moderada" del partido, frente al ala más de choque, encarnada en Martín y Chaparro.
¿Dormirá Chaparro en Cataluña?
Estas cuitas en la ultraderecha no han pasado desapercibidas en el seno de los equipos de inteligencia de los cuerpos de seguridad. Desde el seno de los mismos admiten "estar alerta" por la llegada de la cúpula de DN a Cataluña y, más concretamente, de Pedro Chaparro, de quien se examinaba ayer si pernoctaría en la región.
Ello es así porque el también influencer extremista representa "la antiguas ideas de DN, las que encarnan la voluntad de hacer acciones -por actos potencialmente violentos-". No lo tendrá fácil, pues ha salido de prisión -donde entró por la condena de Blanquerna-, pero lleva un dispositivo de control telemático para cumplir bajo vigilancia el resto de la pena. Un desplazamiento a Cataluña precisaría de autorización oficial expresa.
"Piden corrección"
Fuentes conocedoras de estos movimientos destacan que, este año, los extremistas han pedido "mantener la disciplina" y "comportarse" para eliminar algunas de las imágenes que se dieron en años anteriores, y que incluyeron consumo de alcohol y cánticos rayanos en lo delictivo.
En la convocatoria de la llamada Marcha sobre Montjuïc, de hecho, los ultramontanos avisan de que se tendrán que seguir las consignas de la organización.
Sant Feliu y calle Japón diluyen la protesta
En cualquier caso, la movilización quedará deslucida por dos casos judiciales que asolan el partido en Cataluña. El primero, el juicio a dos personas por insultos xenófobos contra vecinos musulmanes de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) en 2017. Están encausados dos militantes de DN -se les piden seis años de cárcel a los dos- en el marco de protestas contra el centro islámico de la capital del Baix Llobregat, y el caso mezquita de la calle Japón de Barcelona.
Este procedimiento contenía como investigados a 15 militantes de la fuerza extrema, para los que la fiscalía solicitaba entre tres y diez años de cárcel por diversos delitos. Se les acusaba de hostigar un oratorio que abrió la comunidad islámica en Nou Barris. Han aceptado penas mínimas para no entrar en prisión.
Vuelve la ultraderecha
En este contexto, la ultraderecha insiste en su reconstrucción en Cataluña. Hoy acudirá la cúpula nacional, pero también se conocen otros movimientos recientes, discretos, en el territorio para arbolar de nuevo una formación que les represente en la región.
A este respecto, cabe recordar el vacío que sufre el autodenominado espacio patriota desde que Bastión Frontal acordara su disolución en septiembre de 2022, como avanzó este medio. Esta fracción de choque se presentó en Cataluña con el fin de establecerse, pero el proyecto no terminó de cuajar.
Los radicales de izquierda desisten del boicot
A diferencia de otros años, los radicales de izquierda no emularán a sus enemigos y rivales políticos en la calle. Los antifascistas catalanes han desistido del tradicional intento de boicot a los ultras de Montjuïc y se sumarán a dos marchas "anticoloniales" que se concentrarán ante el monumento al General Prim en el parque de la Ciutadella y en la estatua de Colón, situada al final de las Ramblas.
Con ello, se liquida la etapa en la que los dos grupos antagónicos trataron de buscar el cuerpo a cuerpo en la calle. En puridad, la última ronda de algaradas tuvo lugar en 2017, cuando dos grupos del mismo lado, el extremista de derechas, se enzarzaron entre sí por riñas atribuibles al fútbol, detalló este medio.