Un correo electrónico relaciona a David Madí con Fermí Ferran, administrador de Ambulancias Egara, en la causa que investiga a la empresa por si pasteleó con la Generalitat de Cataluña a cambio de concesiones públicas. El mensaje vincula al exsecretario de Comunicación del Govern con un ejecutivo que tomó el control de la transportista sanitaria antes, durante o después del concurso de transporte sanitario de 2014, según las versiones que se han expuesto en la Audiencia Nacional esta semana.
Es lo que ha trascendido de la declaración de Madí ante el magistrado Santiago Pedraz, titular del juzgado de instrucción número 5 y responsable de la instrucción del caso 3%. El empresario independentista ha comparecido en la sala en calidad de investigado y en su intervención ha negado haber influido a favor de Egara. Respecto al mail que le conecta con la compañía, ha asegurado que es obra de un "infiltrado" en la Generalitat.
Fermí Ferran es la pieza clave
El mensaje que relaciona a Madí y a Ferran, que este último tilda de "hackeo", es clave en la causa. Es una prueba de que estuvieron en contacto en 2012, cuando el primero estaba al frente de una consultoría privada y ponía en valor sus contactos y el segundo se convirtió en administrador de Ambulancias Egara.
Antes, como explicó Crónica Global, Egara había acudido al despacho de la consultora de Madí en el Paseo de Gracia dirigida por el entorno de directivos de las emergencias afines a Convergència (CDC) y el PNV.
Compra frustrada o 'apaño' del concurso
Todas las partes admiten que se produjo esa reunión. En lo que no coinciden es en lo que pasó a partir de ese momento. Según Madí, el análisis de la posible operación de la que se habló no fue a más. Sostiene que la relación con Egara no se mantuvo.
Otras fuentes le desmienten. Subrayan que mantuvieron otra reunión posterior en el Hotel Don Cándido de Terrassa, y que ésta fue previa a que se publicasen las bases del concurso de ambulancias de la Generalitat de 2014. Asistieron Madí, Ferran y Joan Albert Arqués, CEO de la constructora Benito Arnó, con Óscar Simón, entonces consejero delegado de Ambulancias Egara. Ese encuentro habría servido para planificar la compra de la compañía vinculada a la licitación sanitaria en ciernes, que habría sido alterado ex ante.
Madí, ¿facilitador?
La operación es la que se apunta en la investigación inicial de esta pieza separada del caso 3%, que instruye el juez Pedraz. El juicio que se ha iniciado deberá demostrar si el caso es un "despropósito", como sostiene David Madí, o si, en efecto, existen pruebas que demuestren que se alteró el concurso público de ambulancias de 2014 para que ganara Egara. Y si el empresario independentista actuó de facilitador en el amaño de la licitación.
Lo que es factual es que Egara cambió de propiedad mientras se sacaba a concurso uno de los principales contratos del Govern. Era una empresa familiar y acabó en manos de un grupo de directivos que habían coincidido en el entorno de la multinacional del juego Cirsa. Fermí Ferran fue el administrador, pero también actuó Álex García-Cascón, que se convirtió en el nuevo consejero delegado. Ambos están imputados en la causa y, como ha explicado este medio, declararon ayer.
La auditora RCM, también en la diana
Este miércoles, a su vez, ha sido el turno de declarar de María José Cordovilla. La investigación preliminar apunta a que la trabajadora de la empresa de auditoría RCM asumía la fontanería del entorno del caso 3%. También se habría encargado de los números de la operación de Egara.
RCM se convirtió en la fiscalizadora de las cuentas de la transportista poco después del cambio de propiedad. Ejerce el mismo papel en otras empresas de la familia Arqués, de Benito Arnó.
Cordovilla también ha dado explicaciones esta mañana como investigada. Ha tenido que detallar datos de la documentación que fue incautada por Mossos d'Esquadra y Guardia Civil cuando entraron en la oficina de Barcelona de esta empresa en marzo. Entonces estalló el caso ambulancias.