Albert Carreras de Odriozola, en una imagen de archivo

Albert Carreras de Odriozola, en una imagen de archivo

Política

La mano derecha de Mas-Colell que ideó la "deuda histórica" del Estado en Cataluña

  • El exnúmero dos del conseller, Albert Carreras de Odriozola, puso en circulación el nuevo mantra del independentismo en 2022
  • El economista reconoció que los 450.000 millones eran una "estimación de urgencia" basada en un déficit fiscal inmutable desde 1982
21 septiembre, 2023 23:30

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El independentismo cuenta con un nuevo mantra económico: la deuda histórica del Estado en Cataluña. Durante el procés, el nacionalismo esgrimió el déficit fiscal para ganar adeptos a la causa. Era la época en que se justificaba el separatismo por razones prácticas, racionales en vez de sentimentales. Pero el movimiento jamás llegó a contabilizar el roto acumulado por el Estado desde la instauración de la democracia.

El pasado miércoles, Junts per Catalunya dio el paso y aseguró que el Estado debía la friolera de 450.000 millones de euros a la Generalitat. Pero esta cifra no sale de la nada, sino que tiene firma y fecha. Su artífice es Albert Carreras de Odriozola, quien fuera número dos del consejero Andreu Mas-Colell en el Departamento de Economía durante los gobiernos de Artur Mas.

El exconsejero de Economía Andreu Mas-Colell en las jornadas del Círculo de Economía

El exconsejero de Economía Andreu Mas-Colell en las jornadas del Círculo de Economía Crónica Global

Uña y carne con Mas-Colell

El economista y actual director del centro académico ESCI, adscrito a la Universidad Pompeu Fabra (UPF), fue uno de los colaboradores del conseller durante los años de Convergència i Unió en el poder. Mas-Colell lo fichó personalmente como secretario de la consejería cuando Carreras ocupaba el decanato de la Facultad de Económicas y Empresariales de la Pompeu.

Ambos habían entablado amistad al dar clases en esta universidad y formaron un tándem bien avenido que ejecutó con mano dura los recortes del sector público autonómico. Por aquel entonces, muchos vieron en el lugarteniente al sucesor natural de Mas-Colell. Finalmente, se retiraron a la vez cuando Carles Puigdemont sucedió en 2016 a Artur Mas al frente de un Ejecutivo paritario entre ERC y Convergència.

La cercanía entre Mas-Colell y Carreras llegó hasta el punto de escribir conjuntamente un libro de memorias sobre su etapa en el Govern. Además, ambos fueron embargados por el Tribunal de Cuentas por los gastos vinculados al 1-O.

Déficit fiscal inmutable

Fue en octubre de 2022 cuando el catedrático puso en circulación la supuesta deuda histórica del Estado durante los trabajos de una comisión parlamentaria creada ad hoc por Junts per Catalunya. En el transcurso de una sesión, el exsecretario de Economía expuso el método empleado para definirlo, como puede leerse en el diario de sesiones.

En primer lugar, sostuvo que el déficit fiscal se situaba de forma "muy estable" entorno al "8% del PIB catalán". Eso teniendo en cuenta el criterio de flujo monetario, discutido por parte de la academia que prefiere el método de carga y beneficio. Esta alternativa arroja un saldo negativo inferior del 5,5%, como reconoció el propio Carreras.

"Estimación de urgencia"

A continuación, el catedrático discurrió sobre el principio de ordinalidad y el gasto no ejecutado en bienestar, que según contó representaba el "grueso" del déficit fiscal. Sostuvo que "podemos llegar a encontrar un porcentaje bastante estable del déficit en gasto social, que es el 57% del déficit fiscal". Estas premisas cimentan la "estimación de urgencia" de la deuda histórica, como la califica el economista.

Si de forma persistente la infrafinanciación del Estado ronda el 8%, basta con sacar el 57% de dicho déficit para hacerse una idea de los incumplimientos de la Administración central. El economista se fija en el año 2022 para obtener un baremo. Para ese ejercicio, prevé un déficit fiscal de unos 20.000 millones de euros, el 57% de los cuales son 11.400 millones.

Aún más elevado

Luego multiplica esta magnitud por 40, los años transcurridos entre 1982 y 2022, para alcanzar una "cifra estrepitosa" de 456.000 millones de euros, que bautiza como deuda social histórica. No se termina de justificar la elección de 2022 como año de referencia ni su extrapolación al periodo entero de 40 años.

A los 456.000 millones aún deberían sumársele, según Carreras, unas primas anuales para respetar el manido principio de ordinalidad, a menudo invocado por los economistas afines al independentismo. El experto elevaba estas primas a 3.434 millones de euros sin tener en cuenta la paridad de poder adquisitivo o a 8.817 millones, si se observa la paridad.

La 'consellera' de Economía, Natàlia Mas

La 'consellera' de Economía, Natàlia Mas Europa Press

Guerra 'indepe' de cifras

Hace unos días, cuando Junts puso sobre la mesa la deuda de 450.000 millones, lo hizo tomando como referencia los últimos 33 años en vez de 40 --seguramente porque la serie histórica del déficit fiscal manejada por la Generalitat comienza en 1986--. Además, la formación incluyó otros asuntos ajenos al gasto social, como las infraestructuras. Pero la inspiración de Carreras es clara. Máxime, cuando en el resto de sesiones de la comisión no se ofreció ningún cálculo similar al planteado por Junts.

Los números de Junts se dieron a conocer, además, poco después de que la Generalitat en manos de ERC revelase sus estimaciones de las balanzas fiscales para 2020 y 2021. En este último ejercicio, el Departamento de Economía y Hacienda que lidera Natàlia Mas elevó el desajuste financiero hasta los 22.000 millones de euros. De nuevo, lo hizo sin contar con todos los datos de la contabilidad del Estado y haciendo uso de la metodología de flujo monetario criticada por buena parte de los especialistas.

Toque de la AIReF

De hecho, la presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero, aseguró ayer que este tipo de cálculos son enormemente complejos y difícilmente abordables "de un día para otro". Preguntada acerca de las reivindicaciones del nacionalismo catalán, Herrero recordó que en el caso de las balanzas fiscales llevó un largo tiempo debatir simplemente sobre la metodología para realizar el cálculo y, finalmente, la conclusión no fue definitiva.

Tampoco es casual que esta guerra de cifras llegue en plenas negociaciones de investidura, cuando cada uno de los partidos independentistas quiere marcar perfil propio. En este sentido, la carpeta económica ha vuelto a aflorar junto a las exigencias de amnistía y autodeterminación. De momento, Junts ha puesto sobre la mesa la cifra más grande.