Cruce de reproches entre la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Esquerra Republicana. La amenaza de impulsar una "lista cívica" para las próximas elecciones autonómicas ha iniciado una nueva guerra entre los republicanos y la entidad presidida por Dolors Feliu, a la que también tildan de "populista" por querer impulsar una Declaración Unilateral de Independencia que "no serviría de nada ahora mismo" en un contexto, dicen, distinto al de 2017.
No obstante, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha retado a Feliu a sacar adelante el proyecto. "Si quieren presentar una lista cívica, que la presenten. No sé si lo que conviene ahora al independentismo es incrementar el número de candidaturas, pero da igual", ha espetado en una entrevista en El Matí de Catalunya Ràdio.
"No necesito permiso de nadie"
Sus palabras no han sentado bien a la presidenta de la entidad, que pocos minutos después le ha respondido en El Món a Rac1 advirtiéndole de que no necesita "permiso de nadie" para presentarse a unos comicios a través de "una lista cívica" cuyo objetivo no es otro que "hacer efectiva la independencia".
Pero también ha cargado contra la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, que ayer criticó que la ANC "ha perdido su transversalidad" y que ahora sólo se dirige a una "parte más reducida" de la población, frente a un Òmnium Cultural que crece en número de socios, agregó.
Más división 'indepe'
También la portavoz de ERC en el Congreso, Teresa Jordà, ha advertido de la necesidad de que haya "unidad estratégica". "O asumimos que todos tenemos que remar en la misma dirección o será muy difícil", ha manifestado en Els Matins de TV3.
En la misma línea se ha pronunciado la portavoz del Ejecutivo autonómico, Patrícia Plaja, quien ha lamentado el "cambio de rumbo" de la ANC: "Su esencia nunca ha sido la de hacer política desde dentro de las instituciones, sino de actuar como movimiento transversal para conseguir el objetivo final, que es el compartido por todos: la independencia", ha agregado tras la reunión del consell executiu.
Así, este cruce de reproches lo único que viene a demostrar es que el independentismo está más dividido que nunca. Ni siquiera en la Diada han apartado unas diferencias que se irán incrementando conforme se acerquen los comicios autonómicos.