El Síndic de Greuges ha tramitado unas 80 quejas entre 2018 y 2022 por obstáculos a la libre elección de médico en Cataluña. El defensor del pueblo autonómico pide al Govern blindar ese derecho reconocido por ley, mientras los expertos recuerdan que elegir facultativo es “fundamental para mejorar la relación terapéutica” con el paciente.
Son los datos aportados por el Síndic a este medio, y que demuestran que la libre elección de médico funciona sólo a medio gas en la autonomía catalana, pese a que se regularizó hace 20 años con un decreto del Servicio Catalán de Salud (CatSalut). Pese a ello, el ombusdman regional recibió 33 quejas y 46 consultas de ciudadanos relativas a la negativa a elegir su médico en los últimos cuatro años.
“Excepciones previstas”
Una portavoz del defensor del pueblo regional ha recordado que la libre elección sanitaria rige en Cataluña desde 2003, y que en 2022 se amplió este derecho con un nuevo decreto del CatSalut. Pese a ello, la institución recibe “principalmente solicitudes que no se atienden porque mayoritariamente están amparadas en las excepciones previstas”. Cabe recordar que los gestores sanitarios catalanes pueden denegar la petición por “cuestiones organizativas” o de carga de trabajo.
Eso sí, en algunos casos, el Síndic interviene y pide una revisión de la petición rechazada. ¿En cuáles? “Personas que llevan mucho años con el mismo profesional, que tienen muchas patologías y hay vínculos de confianza con su médico o familias en las que un solo miembro se ha quedado fuera [del cupo del médico]”, ha explicado la misma fuente a Crónica Global.
Regular la libre elección de especialista
De hecho, el mismo organismo que dirige la síndica Esther Giménez-Salinas recuerda que intervino el año pasado porque algunos centros de atención primaria (CAP) estaban haciendo exactamente lo contrario: cambiar el médico de cabecera de un paciente de forma unilateral. El Síndic recibió quejas por ello, pidió revertir las asignaciones exprés y recordó a la Consejería de Salud que cambiar de médico sin pedirlo constituye una “falta de respeto, sensibilidad y empatía” para con el afectado, sobre todo si éste es una persona mayor o en situación vulnerable.
En relación a la elección de médico y hospital, vetada en Cataluña y disponible en la Comunidad de Madrid, el ente subraya que ha “sugerido” a Salud regular este derecho. Pero la consejería se niega, alegando que conllevaría más “inconvenientes que beneficios”, admite el Síndic. Ante esa cerrazón, la institución ha pedido a los gestores sanitarios públicos “evaluar una a una las peticiones de cambio de médico especialista” que pueden llegar por “pérdida de confianza [en el especialista], mala experiencia o porque tienen confianza en otro facultativo”.
“Pensaban que sería un caos y no lo es”
En conversación con este medio, el médico de familia y exdirector de la división de Atención Primaria del Instituto Catalán de Salud (ICS), Joan Gené, ha señalado que su equipo “ejecutó la libre elección sanitaria” en los ambulatorios allá en 2002-2003 “contra la voluntad del entonces conseller de Salud [Eduard Rius, de CiU]”. Gené rememora que el consejero “pensaba que sería el caos, pero yo sabía que no, pues apenas una minoría de pacientes, un 10%, suele pedir un cambio de médico, según la experiencia pasada que tiene el Reino Unido con este derecho”.
El galeno se felicita por el hecho de que la libre elección “se extendió a todo el mundo con el CatSalut y dura hasta hoy”. Este derecho, subraya, es “fundamental para la relación terapéutica” con el paciente que éste pueda elegir quién le trata. Eso sí, Gené reconoce que ve difícil que el derecho se amplíe a hospitales, pues éstos “tienen un presupuesto capitativo, esto es, fondos para el número de personas que atienden”. Si se pudiera elegir libremente, “habría que cambiar el sistema de compras” y bascular hacia “competitividad entre centros”, lo que aumentaría la satisfacción del paciente.
Usuarios: “La libertad de elección en Cataluña es relativa”
A su vez, Carme Sabater, presidenta de la Coordinadora de Usuarios de Sanidad, Consumo y Alimentación (CUS), insiste en que la libre de elección de médico en Cataluña “es sólo relativa”. “Si un usuario pide un médico distinto al que le asignan, lo tiene que razonar, y te expones a una denegación”. Sabater se queja de que, a veces, las asignaciones de CAP no son siempre óptimas. “En las zonas más pobladas, y por un tema de carga de trabajo, a veces te envían a un ambulatorio a tres kilómetros”, critica.
La activista de esta asociación nacida en 1977 propone “un sistema más flexible que se adapta a las necesidades de la persona”, tanto en atención primaria como hospitalaria, eso sí, permitiendo optar a un médico concreto “con responsabilidad”. En cualquier caso, el derecho a elegir hospital no existe en Cataluña, por lo que Sabater ve la libertad de elección sanitaria en la región como “encorsetada y un poco restrictiva”.