Un informe realizado por el Joint Research Center, el servicio de Conocimiento y Ciencia de la Comisión Europea, junto al Centro Europeo de Excelencia para la lucha contra las amenazas híbridas (Hybrid CoE), constata en sus páginas la influencia de Rusia en el procés secesionista de Cataluña con el objetivo de desestabilizar a un país comunitario como España.
"La disputa catalana fue instrumentalizada por Rusia en un intento de socavar y dañar la integridad y funcionalidad de la democracia, crear efectos cascada en otros estados miembros e influenciar en los procesos de toma de decisiones", explica el informe en cuestión, titulado Hybrid Threats. A comprehensive resilience ecosystem ("Amenazas híbridas. Un ecosistema de resiliencia integral").
Tres páginas sobre el caso de Cataluña
El estudio en cuestión [verlo aquí] se publicó en marzo, tiene 124 páginas y se centra en analizar las amenazas híbridas en Europa, como por ejemplo las informaciones falsas sobre el Covid-19 o el intento de Rusia de desacreditar al presidente francés Emmanuel Macron antes de las elecciones en dicho país.
El caso de Cataluña ocupa tres de esas páginas (concretamente, de la 56 a la 59) y cuenta con gráficos sobre la evolución de la injerencia rusa en el procés.
Entre otras cuestiones, en el texto se explica por ejemplo que "aunque Rusia no creó el conflicto, lo explotó en beneficio propio intentando influir en las percepciones, actitudes y decisiones del público afectado. El objetivo del Kremlin en este caso no era la independencia de Cataluña sino una inestabilidad muy profunda y larga en un Estado miembro de la Unión Europea y de la OTAN que pudiera influir finalmente en todos los países del Oeste”.
Contactos con los servicios de inteligencia rusos
Asimismo, el informe explica que "antiguos líderes del movimiento independentista catalán fueron relacionados con operativos de inteligencia rusos y figuras del crimen organizado". Y recuerda, citando informaciones de The New York Times en 2011, que la policía e informes de inteligencia llegan a "establecer vínculos entre los intentos de desestabilización en Cataluña con esas conexiones rusas".
En su objetivo de desestabilizar España, Rusia se basó en instrumentos como "el apoyo a actores políticos, el uso de redes informáticas, la colaboración en la polarización y la división de la sociedad, la promoción de narrativas contradictorias, la financiación de grupos culturales y think tanks, el descrédito de determinados líderes, operaciones cibernéticas e inversiones externas directas".
Este informe comunitario cuenta con artículos introductorios del vicepresidente de la Comisión Europea para la promoción del estilo de vida europeo, Margaritis Schinas, y la comisaria europea para la innovación, la investigación, la cultura, la educación y la juventud, Mariya Gabriel. El primero de ellos señala que uno de los objetivos del estudio es servir de manual a los estados de la UE "para anticipar las amenazas híbridas, evaluar su impacto y orientar las respuestas adecuadas", mientras que la segunda enfatiza su importancia para la UE tras acciones como la invasión rusa de Ucrania.
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