La mayoría nacionalista del Parlament de Cataluña ha evitado "condenar" este jueves los contactos del entorno del expresidente de la Generalitat fugado, Carles Puigdemont (JxCat) con Rusia, además de rechazar que den explicaciones acerca de en qué consistieron, qué asuntos trataron y qué acuerdos se habrían alcanzado en dichas reuniones. ERC, JxCat, CUP y En Comú Podem han rechazado así una moción de Ciudadanos en este sentido, y que ha contado con el apoyo del PSC, Vox y PP en algunos puntos.
Este hecho se produce después de que el diario estadounidense The New York Times desvelara el pasado septiembre un reportaje que señalaba que el jefe de Oficina del fugado Puigdemont, Josep Lluís Alay, exploró el apoyo de Rusia al procés secesionista catalán y se reunió en Moscú con funcionarios rusos, exagentes de inteligencia y el nieto de un espía de la KGB; unas informaciones sobre las cuales también insistieron otros medios como El Confidencial y El Periódico, y que --a diferencia del Parlament catalán-- propiciaron que la Eurocámara solicitara que se investigue el caso.
Tampoco piden cuentas a la 'consellera' Alsina
El texto desestimado por los tres partidos secesionistas y los comuns también instaba a la Generalitat a colaborar con el Gobierno y otras autonomías en la acogida de refugiados ucranianos; y recordaba a los consellers que "deben lealtad" al presidente de la Generalitat, al Parlament y al ordenamiento jurídico, y "no a chiringuitos de nombres pomposos que intentan, patéticamente, revestirse de legalidad institucional y democrática de la que carecen", en alusión al Consejo por la República presidido por Puigdemont.
Tampoco han prosperado los puntos que pretendían la comparecencia de la consellera de Asuntos Exteriores Victòria Alsina (JxCat); que condenaban la "opacidad" de las embajadas del Govern en el extranjero; o que criticaban la "estrategia comunicativa de permanente denigración de la democracia española" por parte de esos delegados.
Las críticas, para Cs
La portavoz adjunta de ERC en el Parlament, la exconsellera Meritxell Serret, ha acusado a Cs de "instrumentalizar el europeísmo para sembrar acusaciones y dudas en base a ideas falsas y manipulaciones"; un reproche que, paradójicamente, llega apenas tres semanas después de que el portavoz de su propio partido en el Congreso, Gabriel Rufián, diera credibilidad a esos contactos en Rusia calificando a sus protagonistas como "señoritos que se creían James Bond".
En la misma línea que Serret, el portavoz de JxCat, Josep Rius, ha cargado contra lo que denomina "fake news" de un "fake partido" como Cs y su "enésimo intento de vincular a Puigdemont con Rusia". "Lo hacen aprovechando la invasión rusa en Ucrania y los crímenes de guerra que perpetra Putin. No jueguen con los muertos ni con los heridos en Ucrania para hacer nacionalismo español. Son unos inmorales e indocumentados", ha añadido el diputado posconvergente.
La diputada de los comuns Susanna Segovia se ha escudado cargando también contra Cs, partido al que acusa de "blanquear a la extrema derecha porque insisten en hablar de las relaciones del entorno de Puigdemont con sectores cercanos a Putin, pero se niegan a hablar de las relaciones de Vox con el Kremlin y con el régimen de Viktor Orbán, y de querer mezclar cualquier temática con el proceso independentista".
Desde el PSC-Units, en cambio, el diputado David Pérez ha asegurado que "es evidente que el entorno de Puigdemont ha mantenido contactos con el régimen de Vladímir Putin", por lo que cree que se deben dar explicaciones al respecto, algo que defiende que hagan también los delegados del Govern en el extranjero.
No reprueban a Cambray
El Parlament, por otra parte, también ha rechazado una moción de la CUP que pedía reprobar al conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, "por su falta de respuesta a las demandas de diálogo y negociación de la comunidad educativa, su falta de atención a sus propuestas y por no garantizar el modelo de inmersión lingüística" tras las huelgas educativas de marzo.
Este punto no ha salido adelante, al recibir el voto a favor de Vox, la CUP y Cs, el voto contrario de ERC, Junts y PP, y la abstención del PSC-Units y los comuns.